Agencias
LINCOLN, Nebraska.- Los legisladores de Nebraska contrarrestaron el veto del gobernador republicano Pete Ricketts para aprobar una ley que permite a ciertos inmigrantes que llegaron sin autorización a Estados Unidos siendo niños, trabajar en el cuidado de la salud, educación y docenas de profesiones que requieren licencias estatales, según informó Associated Press.

Los senadores votaron en el último día de la sesión legislativa, cinco días después que el gobernador vetó el plan. Un fuerte aplauso estalló después que el proyecto fue aprobado por 31-13.

La nueva ley se aplica a los inmigrantes que fueron oficializados por la acción ejecutiva del presidente Barack Obama en 2012 que les permitió quedarse. Nebraska tenía en diciembre unos cinco mil 200 jóvenes en dichas condiciones, según los datos más recientes del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos.

Los partidarios saludaron el plan de Nebraska como un modo de llenar empleos en un estado con un bajo desempleo y una escasez de trabajadores en manufactura y otros rubros.

El patrocinador del proyecto, el senador Heath Mello, de Omaha, dijo que la ley se propone mantener en Nebraska a los jóvenes educados a fin de que contribuyan a la economía. Mello dijo que presentó el proyecto después de enterarse de que algunos jóvenes inmigrantes en el área de Omaha se entrenaban en terrenos de la medicina y que después se mudaban a Iowa por no poder conseguir licencias en Nebraska.

El proyecto logró el apoyo de una serie de grupos comerciales y religiosos, la Asociación Ganadera de Nebraska y la alcaldesa Jean Stothert. La nueva ley se aplica a por lo menos 170 profesiones, desde electricistas y farmacéuticos hasta artistas del tatuaje y de artes marciales.

La política de Obama del 2012 se aplica a personas de por lo menos 15 años de edad, que hayan llegado a Estados Unidos antes de cumplir los 16, tuviesen menos de 31 años en 2012, hubiesen vivido continuamente en Estados Unidos desde 2007 y estuviesen en la escuela o estudiando para un título. La política les ha dado un número de Seguro Social, un permiso de trabajo de dos años y protección de deportación.

Nebraska ha combatido varios aspectos de la política. El año pasado fue el último estado de la nación en otorgar licencias de conducir a los inmigrantes autorizados a permanecer en el país beneficiados por el programa de Obama. El gobernador republicano Ricketts también se opuso a esa medida, pero los legisladores neutralizaron su veto.