Agencias
ST. LOUIS, Missouri.- Los graves problemas de una ejecución en Oklahoma ofrecen a los que se oponen a la pena de muerte un nuevo y sorprendente ejemplo de cómo las ejecuciones con inyección letal pueden salir mal, pero las posibilidades de impugnar exitosamente el principal método de aplicar la pena de muerte en Estados Unidos probablemente dependerán de la causa exacta de la agonía del reo Clayton Lockett.

Si Lockett, cuatro veces declarado culpable de un delito grave, sufrió debido a problemas en la vena o a que le colocaron la aguja indebidamente, el panorama legal quizás no cambie mucho. Pero si los fármacos o el secreto que los rodea fueron factor, los abogados de otros prisioneros podrían tener una nueva y poderosa evidencia para presionar a la Corte Suprema a que tome de nuevo el tema, afirman expertos legales.

Un día después que los problemas en la ejecución, algunos abogados de reos en la galera de la muerte comenzaron a planear nuevas apelaciones o a actualizar casos sobre la base de lo ocurrido en Oklahoma. Muchos pidieron moratorias e investigaciones independientes.

"Todas las cárceles (donde se aplica la pena de muerte) dicen que tienen la situación bajo control, que confíen ", dijo Maurie Levin, abogada de Texas que pasó el miércoles preparando nuevos documentos que ponen en tela de juicio los métodos de ejecución del estado. 

"Esto simplemente refleja marcadamente que no podemos confiar en ellos y las prisiones deben rendir cuentas ante el público y ser transparentes en el método de las ejecuciones".

Lockett, de 38 años, culpable de balear a una mujer y observar mientras dos cómplices la enterraban viva, fue declarado inconsciente el martes 10 minutos después que le administraron el primero de tres fármacos. 

Tres minutos después comenzó a respirar con dificultad, a retorcerse, a rechinar los dientes y a esforzarse por levantar la cabeza de la almohada. Las autoridades suspendieron la ejecución, pero el reo murió de un infarto más de 40 minutos después de comenzar el proceso.

El miércoles le realizaron una autopsia para determinar la causa precisa de la muerte. La Casa Blanca dijo que la ejecución no cumplió las normas de humanidad establecidas.

Gobernadora pide revisar ejecuciones

En este contexto, la gobernadora Mary Fallin nombró el miércoles a un integrante de su gabinete para que encabece una revisión de la forma que Oklahoma ejecuta a sus reos después que la Casa Blanca consideró que una controversial ejecución el martes estuvo por debajo de las normas humanitarias debidas.

Fallin dijo que el reo Clayton Lockett, que aparentemente sufrió un infarto 43 minutos después de comenzar la ejecución, en que el estado usó una nueva combinación de fármacos por primera vez, fue condenado en juicio.

"Creo que la pena de muerte es una respuesta y castigo adecuado a los que cometen delitos atroces contra sus congéneres", afirmó Fallin.

"Sin embargo, creo también que el estado necesita estar seguro de sus protocolos y sus procedimientos para las ejecuciones y que estos funcionen", acotó.

La gobernadora dijo que la revisión, encabezada por Michael Thompson, comisionado del Departamento de Seguridad Pública, se enfocará en la causa de la muerte de Lockett y que un patólogo independiente determinará lo determinará. 

La revisión también examinará si el Departamento de Prisiones siguió el protocolo correctamente e incluirá recomendaciones para ejecuciones futuras.

Fallin dijo que la ejecución de Charles Warner, programada para efectuarse dos horas después de la de Lockett, ha sido postergada hasta el 13 de mayo, y dijo que podría demorarse incluso más si la revisión no está completa para entonces.

La abogada de Warner objetó que la investigación sea encabezada por un integrante del gabinete de Fallin.