'Fat Family', nuevo enemigo público número 1 de Brasil

Nicolás Labre Pereira de Jesús es buscado por treinta de los 42 batallones de la entidad, tras lograr de escapar de un hospital donde lo tenía la policía.

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Vista de la entrada del Morro de Santo Amaro en Catete, al sur de Río de Janeiro, donde al menos tres personas resultaron muertas en un nuevo operativo policial desarrollado para intentar localizar a Nicolás Labre Pereira, alias 'Fat Family', considerado uno de los jefes del crimen organizado de la ciudad. (EFE)
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EFE
RÍO DE JANEIRO, Brasil.- La Policía de Río de Janeiro se volcó en la búsqueda de Fat Family, un narcotraficante vinculado al poderoso "Comando Vermelho" que se ha convertido en el "enemigo público número 1" y ha puesto en evidencia a las fuerzas de seguridad brasileñas a las puertas de los Juegos Olímpicos.

Nicolás Labre Pereira de Jesús, considerado el jefe del crimen organizado en la favela del Morro de Santo Amaro, en Catete, zona sur de Río, tiene 28 años y un largo historial policial que incluye homicidios y tráfico de drogas.

Varios miembros de su familia tienen vínculos con el narcotráfico y su hermano, Marco Antonio Pereira Firmino da Silva, lideró el tráfico de drogas en Santo Amaro antes de ser condenado por asesinato.

La historia familiar ha saltado a las primeras páginas de los diarios desde su detención, la pasada semana, y su fuga de un hospital del centro de la ciudad en medio de un asalto de película que ha puesto en entredicho a las fuerzas de seguridad.

Fat Family fue detenido el día 13 de junio tras un enfrentamiento con la Policía en el que resultó herido de bala en la cara.

Fue trasladado al hospital municipal Souza Aguiar y logró escapar de la custodia policial durante un asalto al centro sanitario perpetrado el pasado domingo por más de 20 hombres armados con granadas y fusiles y con el rostro cubierto con antifaces "ninjas".

En el tiroteo murió un paciente que acababa de llegar al hospital para recibir atención médica y otras dos personas resultaron heridas, un policía que se encontraba fuera de servicio y un enfermero.

Durante el asalto fueron damnificados también equipos de emergencia del hospital, que está próximo al estadio Maracaná, en el que se celebrarán las ceremonias de apertura y clausura de los Olímpicos, y que además es uno de los cinco centros sanitarios asignados a la atención de los asistentes a los Juegos de agosto.

La fuga ha puesto en el ojo del huracán a las fuerzas de seguridad, no solo por su fracaso sino porque, según medios locales, la Policía Militarizada (PM) habría sido alertada del asalto con antelación.

De acuerdo con el diario Folha de Sao Paulo, la Policía Civil alertó a la PM y a la Secretaria de Seguridad de que se preparaba el rescate tras interceptar conversaciones telefónicas de traficantes.

La Policía Militar argumenta que no trasladó a Fat Family de hospital porque las autoridades sanitarias le informaron de que su cirugía era inminente, mientras que la Secretaria municipal de Salud niega que se les pidiera información alguna.


Para frenar el escándalo, la Policía ha desplegado a miles de agentes en para buscar a Fat Family.

Para frenar el escándalo, la Policía ha desplegado a miles de agentes en su búsqueda. Treinta de los 42 batallones de Río de Janeiro buscan a Fat Family en las favelas y se ha llegado a ofrecer incluso una recompensa por datos que puedan conducir a su detención o a la identificación de los pistoleros que asaltaron el hospital.

En uno de los operativos, el miércoles, participaron 21 batallones que se enfrentaron a un grupo de traficantes y mataron a cinco sospechosos.

"Dentro de la jerarquía Fat Family tiene una función de liderazgo, especialmente en la comunidad de Santo Amaro. El sería el jefe de un grupo especializado en el tráfico de drogas", explicó a Efe un portavoz policial.

"En todas las comunidades se despliega la Policía en una operación que no concluirá hasta dar con su paradero", añadió.

No es la primera vez que un Pereira da Silva se convierte en un quebradero de cabeza para la Policía de Río.

Marcos Antônio Pereira Firmino da Silva, hermano de Fat Family, se ganó el apodo de My Thor por decapitar a sus víctimas con un machete y lideró durante años el crimen organizado en Santo Amaro.

Fue detenido en 2000 y recibió una doble condena por tráfico de drogas. Desde la cárcel de Bangú, en las afueras de Río, ordenó el asesinato de su pareja, una joven universitaria de clase media con quien tenía un hijo.

My Thor temía una traición y planeó su muerte aprovechando una de sus visitas a la prisión. A la salida, fue secuestrada, ejecutada y su cuerpo fue arrojado a un terreno baldío en el norte de la ciudad.

El control del tráfico en la favela recayó entonces en Edson Pereira Firmino de Jesús, Zaca, tío de los hermanos Pereira, que fue detenido en 2013.

La voz de Zaca, según la policía, aparece en una grabación en la que quince traficantes internados en la prisión de Bangú celebraron la fuga de Fat Family.

Para evitar incidentes, las autoridades decidieron transferirlos a centros penitenciarios federales fuera de Río.

Encontrar a Fat Family no será fácil si continúa bajo la protección del Comando Vermelho, la mayor organización criminal del país, que, según un informe de la Universidad de Río de Janeiro, cuenta con más de 50 mil "combatientes" y controla casi el 40 por ciento de las zonas violentas de Río.

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