Acusan a Fiat Chrysler de falsear pruebas de emisiones

El fabricante de coches habría desarrollado un sistema electrónico para esquivar los controles como Volkswagen.

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Los modelos que según la EPA violan la Clean Air Act son el Dodge Ram 1500 y Jeep Grand Cherokee. (AP/Charles Krupa)
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Agencias
WASHINGTON, DC.- El escándalo de los motores trucados toma una nueva deriva en Estados Unidos, con un nuevo protagonista. La agencia encargada de la protección del medio ambiente (EPA) acusa ahora al grupo Fiat Chrysler por haber desarrollado un sistema informático que permite engañar los controles a las emisiones. 

De acuerdo con El País, el dispositivo, que tenía el mismo propósito que el diseñado por Volkswagen, se habría instalado en 104 mil vehículos de gran cilindrada equipados con motores diésel.

Las acciones de la multinacional que dirige Sergio Marchionne se desplomaron más de un 18 por ciento tras la acción de la EPA, que se conoce un día después de que Volkswagen fuera multada con cuatro mil 300 millones de dólares por el fraude y seis de sus antiguos ejecutivos imputados. En su caso los vehículos que equipan el dispositivo son caminonetas del tipo pickup y todocaminos. 

Por su parte, Chrysler respondió a las alegaciones diciendo que sus coches cumplen con las directrices medioambientales.

Los modelos que según la EPA violan la Clean Air Act son el Dodge Ram 1500 y Jeep Grand Cherokee. Se vendieron en 2014, 2015 y 2016, por lo que son nuevos. 

La agencia no solo indica que no respetaron los límites, sino que la compañía nunca comunicó a los reguladores la existencia de ese sistema que permitía evitar las emisiones. 

Fiat Chrysler, a diferencia de Volkswagen, niega haber cometido cualquier irregularidad

La acción la hace de la manos de los reguladores en California, como con Volkswagen. “Seguimos investigado para entender su impacto”, afirma la EPA.

La acción de la EPA tiene lugar a una del cambio de administración en Washington. Cynthia Giles, la funcionara a cargo supervisar que se cumple la normativa, advierte que este tipo de dispositivos pueden tener efectos muy dañinos para la salud. 

“Todos los fabricantes deben cumplir las reglas y seguiremos actuando para que las compañías sean responsables”, añade, al tiempo que denuncia que este tipo de trucos dan una ventaja competitiva que califica de “injusta” e “ilícita”.

La dimensión del fraude no llegaría al tamaño del engaño de Volkswagen, pese a que el Ram y el Grand Cherokee son modelos con una gran demanda. El fabricante alemán era de lejos el mayor vendedor de utilitarios con motores diésel en EU. En su caso, el dispositivo para evitar los límites a las emisiones se instaló en 600 mil vehículos, en su mayoría de pequeña cilindrada. El fraude tuvo además una dimensión internacional, con 11 millones de coches afectados.

La EPA inició una profunda investigación del sector en septiembre de 2015, tras destaparse el escándalo en Volkswagen. 

En paralelo se reforzaron los controles a los coches que están en circulación y se endurecieron los requisitos para poder obtener los certificados para los nuevos modelos que saldrán al mercado. 

Fiat Chrysler, a diferencia de Volkswagen, niega haber cometido cualquier irregularidad y anticipa que dará la batalla con la próxima administración.

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