De fondas a restaurantes de moda para lavar dinero

Los capos tienden ahora a asociarse con restauranteros para lavar dinero.

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Las mafias aprovechan que los restaurantes de moda son frecuentados por figuras del espectáculo, políticos o empresarios (Notimex)
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Agencias
ROMA, Italia.- Con una enraizada cultura alimentaria, en Italia el sector restaurantero se ha convertido en los últimos años en una de las principales vías utilizadas por la criminalidad organizada para lavar dinero de origen ilegal.

Ya no son, como en el pasado, fondas ni centros nocturnos de mala muerte, sino restaurantes de moda, frecuentados por figuras del espectáculo, políticos o empresarios los elegidos por las mafias para reciclar sus capitales.

De acuerdo con Notimex, los capos tienden ahora a asociarse con empresarios del sector que conocen el negocio y que no escatiman recursos para que sus locales se conviertan en sitios famosos y frecuentados.

El último caso ocurrió en marzo pasado, cuando agentes de la Dirección de Investigación Antimafia (DIA) intervinieron dos históricos restaurantes del centro de Roma y arrestaron a un empresario, prestanombres de un clan de la Ndrangheta, la mafia calabresa.

Los dos locales, “Er faciolaro” y “La rotonda”, llenos siempre de turistas, se encuentran a unos pasos del Pantheon, el templo dedicado a las divinidades construido por el emperador Adriano en el siglo II de nuestra era.

También el “Cafe Chigi”, a un lado del Palacio Chigi, sede del gobierno e históricamente frecuentado por políticos, fue confiscado al descubrirse que era una “pantalla” para el lavado de dinero de otra familia ndranghetista.

La Cosa Nostra, la mafia siciliana, tiene interés en la adquisición de empresas agrícolas o supermercados

El caso más conocido es, sin embargo, el del “Café de París”, en la Vía Veneto y en el que se daban cita Federico Fellini, Frank Sinatra, Sofia Loren o Marcello Mastroianni, que aún luce abandonado a cinco años de que se descubriera que había caído en manos de la Ndrangheta.

Según un reporte de la organización de empresarios agrícolas Coldiretti, en toda Italia un total de cinco mil restaurantes, pizzerías, fondas y centros nocturnos están en poder de la criminalidad organizada.

Dijo que las mafias aprovechan la crisis económica para penetrar de modo cada vez más incisivo en la economía legal y que el sector restaurantero es uno de los preferidos para lograr ese objetivo.

“La criminalidad organizada en algunos casos es dueña incluso de franquicias, con solvencia gracias a recursos provenientes de tráficos ilícitos colaterales y en grado de abrir decenas de filiales en todo el mundo”, dijo Stefano Masini, responsable de Consumo de Coldiretti.

En entrevista confirmó que es Roma la ciudad italiana donde el fenómeno ha adquirido dimensiones más preocupantes, aunque resaltó que el problema se ha extendido a otros países de Europa, en primer lugar Alemania y después Francia.

“En Italia, desgraciadamente, estamos acostumbrados a mantener la guardia alta contra las mafias, pero en países como Alemania, hacia donde la Ndrangheta se ha expandido en los últimos años, no existe esa conciencia”, anotó.

Según Coldiretti, la cada vez mayor frecuencia con la que suceden estos hechos obedece también a un cambio cultural, pues hacer negocios con las organizaciones mafiosas es a menudo considerado “normal” y necesario para sobrevivir.

Es visto como inevitable el no respetar reglas percibidas como injustas, como la elevada presión fiscal, mientras que al comprar los negocios restauranteros los grupos criminales cubren una de sus necesidades más urgentes, la de reciclar dinero de origen ilegal.

Y mientras Cosa Nostra, la mafia siciliana, tiene interés en la adquisición de empresas agrícolas o supermercados, la Camorra, la mafia napolitana, infiltra el sector agroalimentario y restaurantero y la Ndrangheta utiliza complicidades en la administración pública para lograr todo ello.

“La política empresarial de la mafia moderna se caracteriza por una vocación colonizadora y una estructura tentacular de creciente complejidad”, dijo Masini.

De acuerdo con la Dirección de Investigación Antimafia, la mitad de las 160 empresas confiscadas a la mafia en la central región del Lazio (cuya capital es Roma) son restaurantes, hoteles y bares.

Por su parte, un reporte de la Confederación de Comerciantes denunció que la crisis, que en 2014 obligó a cerrar más de 400 restaurantes en la Ciudad Eterna, representa una oportunidad para la criminalidad organizada, con liquidez para comprar negocios que de otro modo quebrarían.

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