Sábado de flores, velas, sangre e ira

La gente que se acerca puede estar triste o enojada por la tragedia, pero es un hecho que muy pocos o nadie quiere hablar.

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El día después de los ataques terroristas en París, muchas personas se acercaron a los sitios de la tragedia para colocar ofrendas por lo muertos. En la imagen, una mujer coloca una veladora a las afueras del restaurante Belle Equipe. (AP)
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Agencias
PARÍS, Fra.- Ramos de flores, algunas velas, en las aceras, todavía con manchas de sangre, se observaban hoy a un centenar de metros del teatro Bataclan, escenario de uno de los cruentos ataques terroristas de ayer en París.

No muy lejos de allí también podía verse guantes de enfermeras abandonados, un par de zapatillas, objetos de la escena de la atroz tragedia, aún hoy todavía fuera de los límites imaginados.

Este sábado, toda la cuadra estaba rodeada de furgones policiales. Cualquiera puede acercarse sólo hasta las barricadas, a unos cien metros del teatro, donde decenas de camarógrafos de todo el mundo se suman a la típica peregrinación que desencadena una masacre.

Hay, incluso, algunos sobrevivientes de la matanza, que regresan al lugar. Todavía tienen la muerte a los ojos. "No puedo creer lo que ha pasado", dijo esta mañana a los reporteros una chica que estaba ayer en el teatro cuando comenzaron los disparos.

"Todavía no soy capaz de volver a mi casa, porque yo vivo justo en el edificio del club, me paseé toda la noche acá en la calle y ahora estoy aquí esperando, no sé qué", añadió desolada.

Muchos otros, que también sobrevivieron de milagro al terror, están cerca de la acera, depositan una flor y se va sin querer hablar. Emocionados, compungidos. Algunos llorando "Hemos escuchado de todo ayer por la noche: estallidos, disparos, estruendos, sirenas de policías, de ambulancias, llantos. Pero en lugar de miedo, lo que en verdad sentimos hoy es ira", afirmó casi a dúo una pareja que vive en el 95 del boulevard Lenoir, a pocos metros del club Bataclan.

"Ayer por la noche -continuó la pareja- nos sentimos tristes de ver a los niños, a los jóvenes, a gente de la edad de nuestros hijos, vagando por las calles, todos ensangrentado, aterrados".

"Y entonces la pregunta que todos nosotros que estamos aquí en la zona, es por qué. Por qué esto ahora y antes Charlie Hebdo?", deslizaron visiblemente apenados, pero con ojos llenos de enojo e ira.

(Información de Ansa Latina)

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