Agencias
SAINT-QUENTIN-FALLAVIER, Francia.- Un hombre sospechoso de tener vínculos con extremistas islámicos franceses estrelló un auto el viernes en una fábrica de gas en el sureste de Francia, en cuyo portón apareció la cabeza cercenada de un empresario local y banderas con inscripciones en árabe. Dos personas resultaron heridas, dijeron las autoridades.

El gobierno inició inmediatamente una investigación por terrorismo, según informó Associated Press.

"El terrorismo islamista ataca nuevamente a Francia", dijo el primer ministro Manuel Valls.

El ataque comenzó poco antes de las 10 de la mañana cando un auto se estrelló contra la puerta de una fábrica de gas en Saint-Quentin-Fallavier, al sureste de Lyon. El coche chocó luego contra bombonas de gas, provocando una explosión, dijo el presidente francés François Hollande dijo desde Bruselas.

"No hay duda sobre la intención: causar una explosión", dijo Hollande, que dijo que el ataque fue "de carácter terrorista".

En principio ninguna organización reclamó la responsabilidad por el ataque. La colocación de una cabeza cercenada como en una pica en la entrada de la planta parece imitar la práctica del grupo Estado Islámico de decapitar a sus prisioneros y exhibir públicamente las cabezas.

El ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, dijo que un hombre conocido desde 2006 por mantener vínculos con extremistas fue atrapado por un bombero y que había varios presos más, entre ellos la esposa del sospechoso.

"Se ha apresado a gente que pudo haber participado en este vil crimen", dijo Cazeneuve.

Añadió que el sospechoso, residente en la zona de Lyon, era conocido por los servicios de inteligencia, que lo vigilaban desde 2006-08.

El responsable, que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a dar detalles a los medios, dijo que el cuerpo de la víctima estaba cerca del lugar de la explosión, pero que la decapitación no fue resultado de ésta.

El funcionario, dijo que la víctima era el gerente de una compañía de transportes local y se creía que lo mataron antes de la explosión.

Un agente de inteligencia francés dijo a la Associated Press que el hombre detenido en relación con el ataque a una fábrica de gas en el sureste de Francia ha sido identificado.

Dijo que el hombre, Yassine Salhi, de unos 30 años, reside en Saint Priest, un suburbio de Lyon.

Al parecer, la víctima decapitada hallada en un ataque a una fábrica de gas estadounidense en el sureste de Francia era el jefe del sospechoso.

Se cree que la víctima murió antes de que el sospechoso atravesara el portón de la fábrica con un auto que luego estrelló contra tubos de gas. La consiguiente explosión dejó dos personas heridas.

Yassine Salhi, de unos 30 años, vive en el suburbio lyonés de Saint Priest. No se ha divulgado la identidad de la víctima, pero la policía dice que es el gerente de una compañía local de transportes.

El sospechoso fue detenido horas después de estrellar un auto contra tubos de gas en una fábrica en el sureste de Francia y provocar una explosión que dejó dos heridos.

Una fuente de seguridad dijo que la esposa del sospechoso estaba entre los arrestados el viernes.

Hollande cancela su gira de trabajo

Hollande compareció ante los medios tras seguir por televisión las noticias del ataque junto a la canciller alemana, Angela Merkel, ya que ambos líderes asistían a una cumbre europea en Bruselas.

La fábrica pertenece a Air Products, una empresa química estadounidense con sede en Allentown, Pennsylvania. La empresa se negó a confirmar si las víctimas eran empleados suyos.

"Nuestra prioridad a esta altura es ocuparnos de nuestros empleados, evacuados del lugar y todos contabilizados", dijo la empresa en un comunicado. "El lugar está asegurado. Nuestros equipos de crisis y emergencias están activados y cooperan estrechamente con las autoridades correspondientes".

Cazeneuve dijo que la investigación apenas comenzaba y advirtió que no se debe llegar a conclusiones apresuradas.

Francia está en alerta desde enero, cuando los ataques al diario satírico Charlie Hebdo, una tienda de alimentos kósher y una mujer policía en la región parisina dejaron 20 muertos, incluidos tres extremistas islámicos.