Agencias
PARÍS, Francia.- El contenido de varias cajas de zapatos en la casa de la historiadora de arte Anne Pingeot, más de mil 200 cartas, ha visto la luz esta semana en un libro que promete ser un éxito de ventas.

El autor de todas estas misivas fue el senador y presidente de Francia entre 1982 y 1995 François Mitterrand, quien muestra en el género epistolario una inesperada faceta lírica de su personalidad, publica Ansa Latina.

Cuando Pingeot y Mitterrand se conocieron en 1962, el político tenía 46 años y ella, 19. En la primera carta le promete a Anne mandarle un libro sobre el filósofo Sócrates. Los posteriores escritos, a partir de 1964, revelan que, cuando se convirtieron en amantes no evitaban los temas metafísicos y pudieron comunicarse en un plano espiritual. Ambos compartían otros intereses, como la literatura, el arte y la vida social de Francia.

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El autor le confiesa en un estilo literario elevado que sus momentos íntimos le "queman con todos los fuegos del mundo", que le explota la "sangre en las profundidades del corazón" cuando está a su lado. La llamaba Nanoon, Nannour y Animour y entre las declaraciones amorosas, manifestaciones de sus afectos y erotismo no dejaba de explicar la agenda política del día y comentar su itinerario público.

En 1974 nació su hija común, Mazarine, una "consagración mutua", como dijo su padre. Según detalla Franceinfo, a partir de ese momento las cartas se hicieron menos frecuentes, porque ese año los tres empezaron a disfrutar de una clandestina vida doméstica, casi familiar.

Todo ese tiempo, desde 1944 y hasta su muerte, Mitterrand estuvo casado con Danielle Gouze, la mujer que continuó siendo su compañera oficial durante toda su carrera política. Sin embargo, a juzgar por las últimas cartas enviadas a Anne Pingeot, la historiadora del arte se perfila como la persona más importante de su vida.

Ya enfermo de cáncer, Mitterrand confesó a Anne desde una isla balneario que su felicidad estuvo en pensar en ella y amarla: "Siempre me has dado más. Has sido mi oportunidad en la vida. ¿Cómo podría mi amor no seguir creciendo todavía?", se preguntaba.

Miterrand murió el 8 de enero de 1996.