EFE
LIMA, Perú.- La red social Twitter se ha convertido en el medio de comunicación del ex presidente peruano Alberto Fujimori (1990-2000), condenado a 25 años de cárcel, que esta semana será sometido a un nuevo juicio oral por la compra de los “diarios chicha”, una editorial sensacionalista.

Desde que Fujimori abrió sus cuentas en Facebook y Twitter el 19 de septiembre pasado, ha captado la atención de los medios y de la ciudadanía, al punto de tener actualmente 10.897 seguidores en la red de pequeños mensajes de texto.

Sin embargo, los medios locales aseguran que ambas cuentas no son manejadas por Fujimori, sino por unos jóvenes informáticos que reciben sus mensajes por escrito o teléfono.

La medida de dar a conocer las impresiones del ex gobernante a través de las redes sociales ha permitido al ex mandatario burlar la prohibición de dar entrevistas.

Con su red social, Alberto Fujimori ha dejado casi en el olvido las cartas manuscritas que enviaba con el título de “Memorias desde mi encierro”.

Fujimori desde la cárcel

En las últimas tres semanas, el ex gobernante preso ha utilizado el Twitter para difundir mensajes de todo tipo, desde críticas al actual gobierno de Ollanta Humala, hasta comentarios por la mala actuación de la selección de fútbol en las eliminatorias al Mundial de Brasil 2014.

Asimismo, en sus mensajes se leen las felicitaciones que manda el ahora procesado por la elección de Lima como sede de los Juegos Panamericanos del 2019.

Pero en los últimos días su cuenta se ha convertido en el escenario de anuncios importantes sobre el proceso oral que se le abrirá el próximo jueves y que han llevado a actualizar la polémica sobre la libertad que tiene para expresarse por ese medio.

El ex presidente, preso por graves delitos de lesa humanidad y corrupción, cumple su condena en un cuartel policial de Lima.

El pasado jueves anunció Fujimori en su red social de Twitter que acudirá al inicio del juicio oral, pero también dijo que recusará a dos de las juezas que integran el tribunal porque tienen “prejuicios” en su contra.

“Iré a juicio por 'diarios chicha'. Esta vez quiero asegurarme de que sea un proceso limpio. Por eso primero pediré recomposición de la sala”, señaló.

En un nuevo mensaje difundido el sábado, añadió que también recusará a la tercera jueza que integra la sala, con lo cual el proceso no podrá continuar hasta que la Corte Suprema tome una decisión sobre la composición final del tribunal que lo procesa por los cargos señalados.

En el mensaje del sábado, en mayúsculas, escribió el ex líder peruano: “Además de las 2 vocales, se ha recusado a la vocal Colquicocha, de la “Anti-Fujimorista ASOCIACIÓN DE JUECES PARA LA JUSTICIA Y DEMOCRACIA”".

Fujimori asegura que las actuales integrantes de la Cuarta Sala Penal Liquidadora de Lima: Aissa Mendoza, Antonia Saquicuray y Avigaíl Colquiconcha, “tienen opinión formada” sobre el juicio, en el que la fiscalía pidió que sea condenado a 8 años de cárcel.

El juicio pendiente

Alberto Fujimori fue condenado en 2005 junto a 29 personas más, entre quienes están su ex asesor Vladimiro Montesinos, y los ex generales Elesván Bello y José Villanueva, por los delitos de peculado (mal uso de fondos públicos) y asociación ilícita para delinquir.

Esta semana será procesado el ex mandatario, dejado hasta al final por las autoridades del tribunal que lo procesa.

Al igual que el ex gabinete presidencial de Fujimori, también fueron sentenciados a cinco años de cárcel los propietarios de los diarios "El Mañanero", Alejandro Estrenos; "El Tío", José Olaya; "El Chino" y "El Men", Moisés Wolfenson y Álex Wolfenson; y "El Chato", "La Yuca" y "Conclusión", Pablo Documet.

Los dueños de los periódicos recibieron cientos de miles de dólares entregados por Montesinos para atacar y difamar a los rivales políticos de Fujimori durante la campaña para las elecciones presidenciales del año 2000.

Debate sobre las libertades carcelarias

En medio de estos alegatos “virtuales” que mantiene Fujimori con sus redes sociales, en Perú se mantiene abierto el debate sobre el grado de libertad que puede tener una persona presa para expresar sus opiniones desde la cárcel.

Ante este clima social, el ministro de Justicia, Daniel Figallo, aseguró la semana pasada que el Gobierno regulará las comunicaciones de Fujimori y agregó que el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) alista nuevas directivas, frente a los vacíos legales que hay sobre este tema.

“Regular no significar prohibir, vamos a ver los espacios, momentos y modos”, remarcó antes de señalar que las ganancias que podría obtener el ex mandatario por la eventual publicación de un libro con sus memorias, serán tomadas como forma de pago de la millonaria reparación civil que debe el ex jefe de Estado.

Por su parte, el Procurador anticorrupción Julio Arbizu recordó que Fujimori tiene una deuda de 27 millones de soles (unos 9,6 millones de dólares) en concepto de reparación civil al Estado y hasta el momento “no ha pagado”.