Hallan más muertos por explosión de gas en edificios de NY

Ya son siete las víctimas fatales y más de 60 los heridos; SRE contradice al Consulado mexicano.

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Momento exacto de la explosión que hasta ahora ha segado la vida de siete personas. (Agencias)
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Agencias
NUEVA YORK, Nueva York.- La fuga de gas que derribó dos edificios de departamentos en la zona de East Harlem, en la ciudad de Nueva York, ha dejado hasta ahora por lo menos siete muertos, más de 60 heridos y cinco desaparecidos.

El vocero del departamento de bomberos Danny Glover informó este jueves que un séptimo cadáver se halló entre los escombros. La policía dijo que el cuerpo la víctima, un varón adulto, fue extraído a las 07:15 horas, informa The Associated Press.

Tres cadáveres fueron hallados el miércoles, justamente el día de la explosión, y otros tres en la madrugada de este jueves.

Una fuga de gas desencadenó la explosión el miércoles por la mañana en la intersección de Park Avenue y la calle 116.

Las autoridades dijeron que la intensa explosión se produjo unos 15 minutos después que un vecino reportó olor a gas.

Un inquilino dijo que los residentes se habían quejado repetidamente de un "insoportable" olor a gas en las últimas semanas.

Versión de la SRE

Pese a que el Consulado de México en Nueva York declaró que dos de las víctimas mortales son mexicanas, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México indicó que aún no cuenta con datos oficiales sobre la nacionalidad de esas dos personas que fallecieron en el incidente ocurrido ayer en un edificio ubicado en el área de East Harlem en la ciudad de Nueva York, publica Milenio.

“Se registró el fallecimiento de dos personas del sexo femenino y se tiene conocimiento de una tercera persona del sexo masculino que se encuentra hospitalizado. Todos ellos bajo la presunción de ser nacionales mexicanos”, precisaba en su momento el comunicado.

La dependencia lamentó el incidente y afirmó que el Departamento de Protección del Consulado General de México en Nueva York se encuentra brindando asistencia y protección consular a las presuntas víctimas mexicanas y sus familias.

El comunicado además indica que el personal consular permanece en contacto con las autoridades de la ciudad para corroborar la nacionalidad de las personas fallecidas.

La SRE indicó que mantendrá informada a la población de las investigaciones en torno al accidente y la corroboración de la nacionalidad de las víctimas.

La búsqueda de víctimas

Al anochecer del miércoles cuadrillas de rescate finalmente comenzaron a buscar a posibles víctimas en medio de ladrillos rotos, madera astillada y metal retorcido después que los bomberos pasaron gran parte del día rociando agua para extinguir el fuego.

Maquinaria pesada, como excavadoras y una topadora, llegaron para despejar la montaña de escombros donde antes se levantaban dos edificios de cinco pisos en el vecindario de East Harlem.

Se colocaron reflectores en el lugar y se maniobraba con una cámara de detección térmica a fin de identificar los lugares donde podría haber víctimas o bolsones de fuego.

La tarea de rescate afrontaba condiciones difíciles a causa del clima, ya que se pronosticaba lluvia y temperaturas inferiores a 7 grados centígrados bajo cero (20º Fahrenheit). Partes de los escombros estaban inaccesibles a causa de un socavón causado por la rotura de la principal tubería subterránea de agua, dijeron las autoridades.

La tremenda explosión ocurrió a las 09:30 horas, en la avenida Park y la calle 116, no muy lejos de la esquina nororiental del Central Park, unos 15 minutos después que un residente informara de un olor a gas, dijeron las autoridades.

La empresa Con Edison dijo que envió de inmediato un equipo de trabajadores a verificar el reporte, pero que cuando llegaron era demasiado tarde.

La explosión destrozó los vidrios de las ventanas a una cuadra a la redonda, arrojó escombros en las vías del tren suburbano, envió densas columnas de humo al cielo e hizo que la gente saliera corriendo a las calles.

Como terremoto

"Se sintió como si un terremoto hubiera sacudido todo mi edificio", dijo Waldemar Infante, portero de un edificio cercano que estaba trabajando en el sótano cuando ocurrió la explosión.

"Había pedazos de vidrio por todas partes en el suelo y todas las tiendas tenían sus ventanas rotas", agregó.

Emanuel Rivera, de 23 años, vive en la esquina de la calle 116 y Park Avenue, al otro lado de la calle donde ocurrió la explosión. Dormía en casa con su esposa Rehanna y sus dos niños cuando tuvo lugar.

"Se escuchó una gran explosión. Todo el inmueble se sacudió. Vimos hacia el exterior y había gran cantidad de humo. Todo estaba en llamas", afirmó.

Al igual que otros vecinos, Rivera dijo que desde el martes en la noche percibían un olor a gas.

"Olía a gas desde ayer en la noche", agregó.

Las víctimas ya identificadas

La escuela Hunter College identificó a una de las personas que murieron en la explosión como Griselde Camacho, una oficial de seguridad que trabajaba en el edificio de Trabajo Social de la Escuela Silberman. Hunter, en un comunicado publicado en su sitio de internet, indicó que Camacho, de 45 años, había trabajado con la institución desde 2008.

Una segunda persona fallecida fue identificada como Carmen Tanco, de 67 años e higienista dental. Su primo, el camarógrafo de News 12 Ángel Vargas, dijo que cuando ella no se presentó a trabajar el miércoles la familia inició una búsqueda desesperada.

La policía identificó a la tercera víctima fatal como Rosaura Hernández Barrios, de 21 años.

El cadáver de un hombre adulto fue recuperado de entre los escombros poco después de la medianoche del miércoles, según el portavoz del Departamento de Bomberos de la ciudad de Nueva York, Jim Long. Quedó certificado que el hombre murió en el lugar.

Unas tres horas después, el cadáver de una mujer adulta fue encontrado el jueves entre los escombros, dijo el sargento John Buthorn, del Departamento de Policía de Nueva York.

Buthorn dijo que los desaparecidos eran cinco.

La policía dijo que por lo menos tres de los heridos de gravedad eran menores, uno de ellos, un muchacho de 15 años, estaba en estado crítico con quemaduras, fracturas y lesiones internas. Muchos de los heridos tenían lesiones menores, cortes y raspaduras.

Funcionarios de los bomberos dijeron hay varios desaparecidos pero advirtieron que podrían no haber estado en los inmuebles.

Un inquilino en uno de los edificios destruidos, Rubén Borrero, dijo que los residentes se habían quejado ante el propietario por el olor a gas apenas el martes, la víspera del desastre.

El departamento de bomberos dijo que en una revisión de sus expedientes no encontró casos en el último mes en el que los inquilinos de ambos edificios hubieran informado de olores o fugas de gas.

La última revisión

Edward Foppiano, vicepresidente sénior de ConEd, dijo que sólo hay registro de una queja por olor a gas de cualquiera de los inmuebles siniestrados, y que fue en mayo, en el edificio contiguo al de Borrero. Era una pequeña fuga en la tubería del cliente y quedó reparada, dijo.

La última vez que la manzana fue revisada fue el 28 de febrero, como parte de una revisión de rutina, y no se detectaron problemas, dijo Foppiano.

Los dos inmuebles destruidos, los números 1644 y 1646 de la avenida Park, eran edificios de apartamentos de ladrillo de cinco niveles. Uno tenía una tienda de pianos en el primer piso, el otro una iglesia.

Registros de la ciudad muestran que el edificio donde Borrero vivía estaba a nombre de Kaoru Muramatsu, propietario de la tienda de pianos. 

The Associated Press realizó llamadas a un número telefónico que estaba a nombre de Muramatsu, pero no hubo respuesta.

Con Ed informó que aún falta por ver si la fuga fue en la tubería principal de la compañía o en una instalación hecha por terceros en la tubería interior. La línea de gas central que abastece al área fue hecha de plástico y hierro fundido, y el hierro data de 1887, de acuerdo con Foppiano.

La tragedia paralizó el vecindario de East Harlem mientras la policía montaba retenes para mantener a los residentes lejos del lugar. El derrumbe arrojó al aire un humo espeso e irritante para los ojos. Algunas personas llevaban mascarillas quirúrgicas, mientras que otras se cubrían las caras con bufandas o con sus propias manos.

Las aceras estaban llenas de vidrios rotos. Los testigos dijeron que la explosión fue tan poderosa que tumbó los productos de los estantes en las tiendas cercanas.

Suspensión de servicio de tren

El tren Metro-North, que da servició a 280,000 usuarios diarios en Nueva York y Connecticut, suspendió durante gran parte del día el servicio hacia y desde la Gran Terminal Central, uno de los centros con mayor número de viajeros en el país, mientras se retiraban escombros de las vías, se revisaba la integridad de la estructura elevada y se hacían recorridos de prueba con trenes por el lugar de la explosión para verificar si las vibraciones no ponían en peligro las acciones de rescate. El servicio se reanudó hasta la tarde.

Un residente de uno de los edificios, Eusebio Pérez, escuchó la noticia de la explosión y se apresuró a regresar de su trabajo como técnico de pianos.

"No queda nada", dijo. "Sólo un montón de ladrillos y madera."

Pérez, de 48 años, dijo que compartía un apartamento con un compañero y no estaba seguro de qué iba a hacer después.

"Sólo tengo lo que llevo puesto", dijo. "Tengo que encontrar un lugar para pasar la noche y organizar lo que van a ser mis próximos pasos".

(Con información de The Associated Press y Milenio)

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