Los hawaianos sufren por verse obligados a dejar sus tradiciones

El distanciamiento social les impide saludar aspirando el aliento o espíritu de otra persona.

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Un hombre utiliza una mascarilla mientras camina por Waikiki Beach, en Honolulú. (Foto: AP).
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Honolulu.- Desde hace tiempo, Glen Kila ha saludado a la gente en la forma tradicional hawaiana.

Las frentes se tocan y él aspira el “ha”, el aliento de la otra persona.

“Cara a cara, ojo a ojo”, explicó sobre la costumbre, llamada honi. “Es compartir el espíritu de cada uno”.

Suspendió ese tipo de saludo, y comenzó a adoptar la reverencia utilizada en algunas culturas asiáticas, al surgir un nuevo término: distanciamiento social.

La regla de 2 metros (6 pies) de distancia entre una persona y otra para aplanar la curva de casos confirmados de coronavirus es la antítesis a la tradición en Hawai, donde las normas culturales giran en torno a la intimidad, es decir, saludos con abrazos, besos y lei, las guirnaldas que cuelgan del cuello, y las familias son muy unidas, dijo Kila.

“Realmente está eliminando ese aloha de nuestra cultura”, comentó Kile, un practicante de la cultura hawaiana en Waianae, una localidad costera en Oahu donde habita una de las poblaciones más grandes de hawaianos nativos. “Es realmente triste, pero debemos acatar estas reglas de seguridad”.

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Al igual que muchas personas en todo el mundo, los residentes de Hawai están suspendiendo temporalmente unas arraigadas costumbres y normas sociales mientras las órdenes de aislamiento y distanciamiento social obligan a cancelar todo, desde el saludo europeo con un beso en la mejilla hasta el intercambio comunitario de mate, una bebida tradicional en algunas culturas sudamericanas.

En 2006, mientras prevalecían inquietudes sobre una letal y virulenta forma de gripe aviar a la que se nombró H5N1, la entonces directora de salud de la isla, la doctora Chiyome Fukino, alertó que Hawai tendría que cambiar sus costumbres durante una pandemia.

Aquí en Hawai somos gente muy afectuosa, nos besamos cuando decimos hola”, comentó en ese entonces, durante una cumbre estatal sobre influenza. “Lo que sabemos es que, en una pandemia, ese comportamiento social necesitará dejarse a un lado por un tiempo... No besar a todos”.

Los temores de propagar el coronavirus obligaron recientemente a un grupo de manifestantes nativos a desmantelar un plantón con el que bloqueaban la construcción de un enorme telescopio en la isla de Hawai.

“Históricamente, nunca pudimos soportar las enfermedades que fueron introducidas a nuestra comunidad”, comentó Noe Noe Wong-Wilson -considerado un kupuna, o anciano, y uno de los líderes en la lucha contra el Telescopio de Treinta Metros-, refiriéndose a las enfermedades que diezmaron a los hawaianos desde la llegada del capitán James Cook en 1778. La tripulación de Cook y los europeos que le siguieron llevaron la varicela, el sarampión y la sífilis.

 

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