Hungría aprueba enmienda que restringe derechos de la comunidad LGBTQ+

Defensores de los derechos humanos ven la enmienda como un nuevo paso hacia el autoritarismo por parte del primer ministro Viktor Orbán.

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Hungría aprueba enmienda que restringe derechos de la comunidad LGBTQ+. (Foto: AP)
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Este lunes, el Parlamento de Hungría aprobó una controvertida enmienda constitucional que faculta al gobierno a prohibir actos públicos organizados por comunidades LGBTQ+. 

La medida ha sido duramente criticada por juristas y organizaciones defensoras de derechos humanos, quienes la ven como un nuevo paso hacia el autoritarismo por parte del primer ministro Viktor Orbán y su coalición populista Fidesz-KDNP.

La enmienda, que necesitaba una mayoría de dos tercios, fue aprobada con 140 votos a favor y 21 en contra, siguiendo líneas partidarias. Antes de la votación, legisladores opositores y manifestantes intentaron bloquear el acceso al parlamento encadenándose con bridas en el estacionamiento. Al final, elementos de la policía intervinieron y los retiraron del lugar.

¿Qué menciona la enmienda constitucional aprobada este 14 de abril?

El texto modificado de la Constitución afirma que los derechos de los niños al desarrollo moral, físico y espiritual prevalecen sobre otros derechos —excepto el derecho a la vida—, incluyendo el derecho de reunión. Además, refuerza la legislación conocida como ‘ley de protección infantil’, que prohíbe mostrar o promover la homosexualidad a menores de edad.

La enmienda también consolida una ley aprobada en marzo que prohíbe eventos públicos de carácter LGBTQ+, como el desfile del Orgullo en Budapest, que tradicionalmente atrae a miles de asistentes. 

La legislación también habilita el uso extendido del reconocimiento facial, una herramienta que Hungría ya empleaba desde 2015 en investigaciones policiales. Ahora, sin embargo, podrá utilizarse para identificar a quienes participen en actos prohibidos, con sanciones que pueden llegar a los 200 mil forintos húngaros (aproximadamente 546 dólares).

Otro aspecto central de la enmienda es la definición constitucional de solo dos sexos: masculino y femenino. 

Esta modificación amplía una disposición previa que prohibía la adopción por parte de parejas del mismo sexo, al afirmar que una madre es una mujer y un padre es un hombre.

Defensores de derechos humanos señalan que esta redacción excluye a las personas transgénero e intersexuales, negando legalmente sus identidades y reforzando una visión estrictamente binaria del género.

El gobierno, por su parte, insiste en que se trata de una ‘aclaración basada en la realidad biológica’, según un comunicado de su portavoz Zoltán Kovács.

Otra cláusula permite suspender por hasta diez años la ciudadanía húngara de personas con doble nacionalidad fuera del Área Económica Europea si son consideradas una amenaza a la seguridad nacional o al orden público. Esta disposición forma parte de una serie de acciones del gobierno para reforzar lo que denomina la ‘soberanía nacional’.

Una democracia en retroceso

Dávid Bedő, diputado del partido opositor Momentum, acusó al gobierno de Orbán de acelerar el desmantelamiento de la democracia y del estado de derecho. 

Según él, el avance de estas políticas coincide con el descenso de Fidesz en las encuestas de cara a las elecciones de 2026, lo que estaría llevando al partido gobernante a adoptar medidas extremas para aferrarse al poder. 

Con información de AP

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