Las torturaré y dejaré inconscientes con un martillo: misógino

El objetivo de uno de estos jóvenes era torturar a las mujeres que lo rechazaron.

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Elliot Rodgers transformó el movimiento Incel en un culto a la misoginia. (39ymás)
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Redacción/SIPSE
CANADÁ.- Lo que inició como un movimiento para combatir la timidez y conseguir pareja en 1997, se convirtió en un símbolo de misoginia, tras corromperse y provocar caos en 2014; lo llamaron Incel.

La fundadora se hace llamar Alana, creó Incel pero no con el propósito que tiene ahora, si no como un “Proyecto de Celibato Involuntario” un “lugar amigable”, una página donde ella publicaba artículos y además los compartía a través de una lista de correo.

En el sitio se reunían mujeres y hombres para conocerse, hasta que una pareja contrajo matrimonio.

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En medio del crecimiento de su página, Alana abrevió el término “celibato involuntario” a “invcel” (del inglés, “involuntarily celibate”). Alguien le recomendó quitarle una letra y quedó como “Incel”, una palabra más fácil de pronunciar. 

Tiempo después, un joven llamado Elliot Rodgers transformó el movimiento Incel en un culto a la misoginia, tras publicar el siguiente video de odio y resentimiento, con el cual logró obtener varios seguidores. 

Las tragedias no pararon después del video donde se le canonizaba por sus actos y en 2018 un hombre llamado Alek Minassian escribió en Facebook: “La rebelión Incel ya ha comenzado… ¡Saluden todos al Caballero Supremo Elliot Rodgers!”

Estas fueron algunos pensamientos del manifiesto de Elliot Rodgers el 'Caballero Supremo':

“Después de eso, empezaré a llevar personas a mi apartamento, los dejaré inconscientes con el golpe de un martillo, y les cortaré la garganta. Torturaré a algunas de las personas bien parecidas antes de matarlas, asumiendo que son ellas quienes mejores vidas sexuales llevaban. Por todo el placer que tuvieron en la vida, los castigaré al traerles dolor y sufrimiento. Yo había llevado una vida de dolor y sufrimiento, y había llegado el momento de llevar ese dolor a las personas que verdaderamente lo merecen”.

Lo cierto es que Alana no esperaba estar 20 años después, en un proyecto así. “Espero que alguien más pueda crear lugares, espacios para trabajar de forma positiva con las personas solitarias”.

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