Inflación obliga a argentinos al trueque para conseguir alimentos

La tasa interanual escaló a 71%, lo que sitúa a Argentina como uno de los países con mayor inflación en el mundo.

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Inflación obliga a argentinos al trueque para conseguir alimentos. (AP Foto/Natacha Pisarenko)
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Inflación obliga al trueque por alimentos: todas las tardes de lunes a sábado un grupo de mujeres desempleadas pone sus mantas en una plaza cerca de Buenos Aires. Acomodan prolijamente desde ropa y calzado hasta juguetes y utensilios de cocina usados. El propósito es intercambiarlos por alimentos para ellas y sus hijos.

La feria de trueque en Villa Fiorito, una barriada pobre al sur de la capital argentina mundialmente célebre porque allí nació el astro de fútbol Diego Maradona, se ha convertido en un medio de subsistencia para casi un centenar de mujeres sin ingresos fijos que no tienen otra manera de afrontar el aumento del costo de vida que se ha disparado en el último año en Argentina.

El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) reportó el jueves que la inflación de julio fue de 7,4%, la tasa mensual más alta en más de dos décadas. En tanto que la tasa interanual escaló a 71%, lo que sitúa a Argentina como uno de los países con mayor inflación en el mundo.

La suba de precios -particularmente en los alimentos- está agudizando la pobreza que ya afecta a cerca de 40% de la población, de unos 47 millones de habitantes.

Soledad Bustos, de 31 años, aprovecha que dos de sus hijos están en la escuela y el más pequeño al cuidado de una hermana para instalarse en la feria de Villa Fiorito todas las tardes. Ofrece jeans, botas de cuero, zapatillas y camisas usadas que sacó de su guardarropa o compró por Facebook. A cambio pide cajas de leche en polvo que le resultan inaccesibles.

“No llego a fin de mes, no alcanza la plata”, se lamentó Bustos que quedó sola a cargo de sus hijos. No tiene trabajo y la ayuda social que cobra por desempleo de unos 36.000 pesos al mes (255 dólares) no es suficiente para cubrir el costo de la canasta básica de alimentos, equivalente a unos 330 dólares.

Este tipo de transacciones informales surgieron en Argentina durante la crisis económica de principios de la década del 2000 pero reaparecieron en las barriadas pobres en los últimos años en coincidencia con una inflación anual que no baja de los dos dígitos.

Por seguridad sólo las mujeres pueden participar del trueque. La mayoría de los intercambios se negocian previamente por Facebook o WhatsApp.

A modo de ejemplo, la mujer señaló un par de zapatillas de cuero que exhibe en su puesto y por el que pide “un azúcar, una yerba, aceite y un paquete de harina”.

El gobierno atribuyó la aceleración de la inflación en julio “a una corrida cambiaria muy fuerte y con movimientos especuladores que trataron de generar crisis de incertidumbre y provocar una devaluación”, manifestó el jueves la portavoz presidencial Gabriela Cerruti antes de conocerse el dato oficial.

Los economistas y el propio gobierno proyectan una inflación parecida para agosto por el impacto de la suba del boleto de transporte público y las tarifas de gas y luz, que quedaron rezagados con respecto de la inflación y reciben millonarios subsidios el Estado, que cada vez tiene menos reservas internacionales.

Alejadas de los vaivenes de la política, en la feria de Villa Fiorito a Bustos y sus compañeras sólo les preocupa sobrevivir.

(Con información de Associated Press)

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