Inicio de la Semana Santa en el mundo

Miles de personas rememoran la entrada de Cristo en Jerusalén, donde "las piedras hablan".

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Fieles católicos se arrodillan ante un mural de Jesús en un santuario de Jerusalén Este. (EFE)
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Agencias

JERUSALEN, Israel.- Una marea cristiana con palmas y ramas de olivo rememoró hoy entre cánticos y rezos festivos la entrada triunfal de Cristo en Jerusalén, en una ceremonia que marca el inicio de la Pascua en Tierra Santa.

Agraciada con un sol generoso y un cielo claro, la colorida procesión arrancó a primera hora de la tarde de la iglesia franciscana de Betfagé, en el Monte de los Olivos, que descendió lentamente hasta la Iglesia de Santa Ana, en la Vía Dolorosa de la antigua ciudadela amurallada.

Los fieles, una mezcla de palestinos locales y peregrinos venidos de lugares tan dispares como Venezuela, Corea del Sur o Estados Unidos, cubrieron el recorrido entre "hosannas", cánticos y ritmos, pasando junto a los escenarios de la Pasión en el Getsemaní.

En la procesión, dirigida por los monjes franciscanos de la Custodia de Tierra Santa, podía verse a palestinos con cruces en el cuello, religiosos ataviados con sus hábitos, muchos peregrinos y algún que otro curioso tomando imágenes de la fotogénica marcha.

Una bandera palestina precedía a un grupo de cristianos locales que entonaban aleluyas al unísono, al que seguía el grupo de católicos de habla hebrea, que animaba la marcha con música.

Pese a su diversidad de lenguas y tradiciones, un sentimiento parecía unir a todos los presentes: la alegría y unicidad de vivir la jornada más festiva de la Pascua precisamente en el lugar donde hace dos milenios tuvo lugar el acontecimiento que se rememora.

"Estas piedras hablan. Testimoniaron la vida terrena de Jesús. Ahora lo celebramos en la fe en todo el mundo y es también importante, pero en este lugar las piedras hablan de la historia de Jesús", asegura frente a la iglesia de Betfagé el cura portugués Johnny Freire.

Para Freire, que trabaja con personas discapacitadas desde hace cuatro años en una congregación religiosa de la ciudad, el mensaje espiritual de estos días es que "Jesús se ofreció por los hombres para mostrar hasta dónde puede llegar el amor de Dios".

Cinco días antes de su condena a muerte, Jesús entró en la ciudad entre alabanzas a lomos de un humilde pollino que nadie antes había montado, según se recoge en el Nuevo Testamento.

"Muchos tendían sus mantos por el camino y otros cortaban ramas de los árboles y las tendían por el camino. Y los que iban delante y los que venían detrás daban voces diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino de nuestro padre David que viene! ¡Hosanna en las alturas! Y entró Jesús en Jerusalén y en el templo", narra Mateo en su Evangelio.

En Betfagé, una aldea palestina que hace dos milenios estaba fuera de la urbe, se encuentra la piedra en que se ayudó Jesús para montar el animal. Allí comienza la marcha.

Las celebraciones de Pascua que comienzan hoy alcanzarán su cenit con el Vía Crucis del Viernes Santo, procesión que reproduce el itinerario que recorrió Jesucristo por la Vía Dolorosa hasta el lugar de su crucifixión, y el Sábado de Gloria. 

En Honduras da inicio con un llamado de solidaridad con los necesitados
Mientras tanto al otro lado del mundo, la Semana Santa en Honduras inició hoy con la misa de Domingo de Ramos a la que asistieron miles de feligreses católicos que fueron llamados por la Iglesia a ser solidarios con los más necesitados.

En Tegucigalpa, la homilía fue oficiada por el obispo auxiliar Juan José Pineda, quien abogó por una sociedad que se acerque más a Dios y por una Honduras en paz.

"Estamos llamados a cuidar a nuestros prójimos, de los pobres, los niños, los ancianos", subrayó Pineda en la misa que se celebró en la plaza central de Tegucigalpa, frente a la Catedral.

Pineda también abogó por "una Honduras con paz y con esperanza, ya todos queremos caminar como hermanos".
Previo a la ceremonia religiosa, el obispo auxiliar procedió a la bendición de los ramos elaborados por campesinos que desde el pasado viernes llegaron a Tegucigalpa y se apostaron en el atrio de la catedral para venderlos a los feligreses.

"La presencia de estos ramos en nuestros hogares es un recordatorio de que nos hemos alegrado con Jesús y que le vamos a seguir hasta la cruz", señaló Pineda.

Actos similares se celebraron en diferentes templos de la capital hondureña, incluidas procesiones con la imagen de Jesucristo cargando una cruz.

En Nicaragua la iglesia llama a no olvidar la pasión de Cristo
La Iglesia católica de Nicaragua solicitó hoy a sus feligreses que, así como celebraron la llegada de Jesús a Jerusalén este Domingo de Ramos, también recuerden su pasión y muerte, para reflexionar en la Semana Santa.

"Exhorto a todos ustedes, así como con la alegría de esta fiesta de Domingo de Ramos, preparémonos con mayor gozo a vivir la pascua del Señor... que hoy nos comprometamos a ser custodios de la vida, de la familia, del medio ambiente, la paz, la libertad, la verdad, del amor, de la amistad", dijo en su homilía monseñor Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua.

Como es costumbre en Domingo de Ramos, miles de feligreses católicos marcharon en romería a sus iglesias, con ramas de palmera en las manos, rememorando la entrada de Jesús a Jerusalén.

"Fue un acontecimiento que cambió la historia de la humanidad, que vino a dar al mundo una nueva visión de un rey soberano, que reina desde el servicio, la humildad, la generosidad acompañado, no de grandes ejércitos, sino de gente sencilla", expresó Brenes en la homilía.

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