Inseguridad en Honduras detiene las clases en escuela primaria

Violencia callejera deja a una maestra y varios niños heridos.

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Las clases reanudaron ocho días después del atentado, la escuela aún es sitiada por elementos uniformados. (La Prensa)
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Agencias
HONDURAS.- Un tiroteo entre pandilleros en Honduras cerca de una escuela del norte de Tegucigalpa obligó a las autoridades a realizar un operativo en el que cientos de policías y militares custodian muchos de los colegios, intentando proteger a los niños de la violencia del tráfico de drogas y armas, informa el portal de El Comercio.

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Esquirlas de bala cayeron con estruendo y rompieron el techo del aula, donde cuatro escolares y la profesora resultaron heridos durante un tiroteo entre pandilleros cerca de una escuela del norte de Tegucigalpa, donde ahora cientos de policías y militares custodian muchos de los colegios.

Luego del ataque, que desató una estampida en la escuela Maximiliano Sagastume, ubicada en la colonia Sagastume I, las clases se suspendieron por ocho días hasta que fue instalado un cordón policial para disuadir a los pandilleros de la Mara Salvatrucha (MS-13) y del 'Combo que no se deja'.

Miles de integrantes de la MS-13, Barrio 18 y otras pandillas tienen tomados barrios y colonias de varias ciudades de Honduras, El Salvador y Guatemala, donde se enfrentan a tiros en disputas de territorio para el tráfico de drogas y armas, así como para cometer asesinatos, robos y otros delitos.

El portavoz de la Fuerza Nacional de Seguridad Interinstitucional (Fusina), teniente coronel Mario Rivera, dijo a la AFP que cientos de policías y militares han sido desplazados a custodiar escuelas y colegios en zonas con presencia de pandillas, en Tegucigalpa y otras ciudades de Honduras, uno de los países más violentos del mundo.

Un profesor de una escuela de Tegucigalpa con 300 alumnos y 20 docentes, quien pidió no ser identificado, explicó que algunos alumnos son miembros o hijos de integrantes de pandillas, y en ocasiones amenazan a otros estudiantes o docentes, por lo cual han tenido que pedir resguardo policial.

En el ataque contra la escuela Sagastume, varios niños y una profesora resultaron con heridas leves, pero el pánico que causó el incidente hizo que muchos padres de familia trasladaran a sus hijos a otras escuelas, dijo una educadora del colegio.

El pánico aumentó porque dos gemelas de 14 años fueron raptadas después del tiroteo, y sus cuerpos aparecieron mutilados días después.

"Aquí la gente duerme con un ojo abierto y otro cerrado", admitió uno de los cuatro policías que cuidan el centro escolar de la Sagastume.

Los policías se mantienen en las afueras del centro de estudios. Con frecuencia circulan por la colonia patrullas de dos agentes en motocicletas y hasta cuatro en autopatrullas.

"En caso de necesidad podemos llamar para pedir refuerzos", añadió el policía mientras mostraba su radiocomunicador atado a su cinturón de cuero.

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