Agencias
BRUSELAS, Bélgica.- Las autoridades en Bélgica siguen investigando el ataque de un hombre que, armado con un machete, agredió a dos policías causando heridas faciales profundas a uno de los agentes, pero ahora es considerado un acto terrorista, informó el primer ministro el domingo.

El primer ministro Charles Michel dijo que los gritos de "Allahu akbar!" ("Alá es grande", en árabe) durante el ataque del sábado en el exterior de la principal comisaría de policía de Charleroi fueron un factor notorio en la decisión de las autoridades. La fiscalía federal ya abrió una investigación sobre lo que considera un caso de "intento de asesinato terrorista", detalló Michel.

Las autoridades identificaron al agresor como un argelino de 33 años conocido por la policía por incidentes menores, pero no por actos terroristas. Identificado solo por las siglas K.B., las autoridades informaron que vivía en Bélgica desde 2012.

El agresor fue abatido por la policía cuando atacó a los agentes.

Tras el incidente, Michel suspendió sus vacaciones en el sur de Francia y regresó al país. El domingo se reunió con los responsables de la policía federal y de otras agencias de seguridad y posteriormente habló con los reporteros.

"Debemos mantener la cabeza fría", dijo Michel. "Debemos evitar el pánico, por supuesto no ceder ante el terror. Esa es la trampa que nos han puesto".

Se prevé que los fiscales den más información sobre el atacante más tarde el domingo.

Bélgica está en alerta máxima desde los atentados suicidas el 22 de marzo reivindicados por el Estado Islámico que dejaron 32 muertos en Bruselas. Muchos de los que atacaron París el 13 de noviembre y que dejaron 130 muertos vivían en Bélgica.

El ministro de defensa belga Steven Vandeput dijo que el Centro de Crisis del gobierno se reunirá para determinar si se necesitan medidas adicionales para proteger edificios de la policía y al personal.

El domingo, la policía de Charleroi envió un mensaje por Twitter pidiendo a la prensa no divulgar las identidades de los policías. "Somos blanco", explicó la fuerza de seguridad.