Agencias
BAGDAD, Irak.- Fuerzas de seguridad iraquíes expulsaron el lunes a unidades del grupo que se hace llamar Estado Islámico de zonas rurales afuera de Faluya, al iniciar una ofensiva para reconquistar la ciudad, indicaron funcionarios.

Las fuerzas iraquíes iniciaron el operativo el domingo pasado, respaldadas por bombardeos de la coalición encabezada por Estados Unidos y por unidades paramilitares.

La población, a unos 65 kilómetros al oeste de Bagdad, ha estado bajo el control del grupo violento desde enero de 2014.

De acuerdo con The Associated Press, el comandante de la misión, teniente general Abdul-Wahab al-Saadi, dijo que no sabía cuánto duraría, debido a la dificultad del terreno, la gran cantidad de civiles atrapados y las bombas sembradas por los milicianos. Al-Saadi añadió que el objetivo de la primera fase es cercar y castigar desde el aire al Estado Islámico.

Ahmed Mahdi Salih, comandante de uno de los batallones, dijo que ardían combates en torno a la ciudad de Garma, al este de Faluya, considerada el principal centro de abastecimiento para los extremistas. El Estado Islámico controla el centro de Garma y partes de su periferia.

El coronel Mahmud al-Mardi, a cargo de las fuerzas paramilitares, dijo que esas unidades tomaron tres áreas agrícolas en las afueras de Garma. Agregó que estaban intensificándose los bombardeos y los cañoneos contra las posiciones del grupo dentro de Faluya.

En los primeros días después de la invasión estadounidense de 2003, Faluya se convirtió en baluarte de varios grupos extremistas opuestos a la ocupación extranjera. El grupo principal era Al Qaeda en Irak, del cual salió el Estado Islámico. La ciudad fue también escenario de dos cruentas batallas contra fuerzas estadounidenses en 2004.

Desde agosto, Faluya ha estado sitiada por las fuerzas del gobierno, que han impedido la entrada de alimentos y medicamentos. Los habitantes que tratan de huir con frecuencia son impedidos de hacerlo por parte de los milicianos que desean retener a la población civil como escudos humanos para evitar el ingreso de las fuerzas oficialistas.

Para el lunes no había indicios de un éxodo masivo de la ciudad o de sus cercanías, aunque la Alta Comisión de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) informó en un comunicado que unas 80 familias habían tratado de huir en días recientes. La Acnur aclaró que en Bagdad tiene almacenados equipos de emergencia para asistir a familias necesitadas, como tiendas de campaña o suministros sanitarios.

Flanqueado por comandantes militares, el primer ministro iraquí Haider al-Abadi anunció el inicio de las operaciones militares en discurso televisado la noche del domingo. Juró "hacer trizas de las banderas negras de estos forajidos que han usurpado la ciudad" y reemplazarlas con la bandera iraquí.