Brote de sarampión pone en alerta a Israel

Algunas familias por motivos religiosos no vacunan a sus bebés.

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La municipalidad de Jerusalén ha puesto en marcha un equipo de coordinación para vacunar. (Internet)
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Agencia
Israel.- El Ministerio de Salud de Israel ha puesto en marcha un plan de actuación para parar el brote de sarampión -importado por turistas o visitantes según las autoridades sanitarias- que este año afecta a Israel de forma especialmente virulenta.

De acuerdo con El  País, el repunte en la enfermedad ha puesto en el ojo del huracán a las comunidades religiosas ultraortodoxas judías, las más afectadas, sobre todo en ciudades como Jerusalén y Beit Shemesh, por la negativa de los religiosos de algunas ramas haredíes a vacunar a sus hijos. Precisamente en una de estas comunidades, la del barrio jerosolimitano de Meah Shearim, se registró la semana pasada la primera muerte por la enfermedad en los últimos 15 años, un bebé de 18 meses que no había sido vacunado.

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Según los datos facilitados por el ministerio hebreo, hasta este martes se contabilizaban ya 1.401 casos, más de la mitad de ellos, 838, entre la población ultraortodoxa de Jerusalén. El año pasado tan solo hubo 33. Cifras que no se recordaban, desde hace una década (entre 2007 y 2008 se registraron 1452 casos) y que han llevado a las autoridades israelíes a tomar medidas de emergencia para contener el brote.

Entre ellas, extender la campaña de vacunación; mantener abiertos, incluso de noche, los centros de salud de familia -Tipat Halav, en hebreo- de los barrios más afectados; el envío a esos vecindarios de unidades móviles de vacunación y restringir la entrada de personas sin vacunar en ciertas áreas de los hospitales como la UCI, neonatos u oncología. “La tasa de inmunización aumentó, pero todavía hay escuelas en las que el índice de vacunación es del 85%”, reconoció Moshe Bar Shiman Tov, Director General del Ministerio de Salud, tras la reunión de emergencia, celebrada este lunes, para paliar la crisis.

En Israel la primera dosis de la vacuna del sarampión se suele poner al año pero hay familias que por motivos religiosos no permiten que se vacune a sus bebés. Desde el Gobierno se barajó la posibilidad de rebajar la edad de vacunación a los nueve meses, pero, tras consultar con expertos, desestimó la propuesta “por la limitada efectividad de la vacuna a esa edad”, según el comunicado publicado por la oficina de Bar Shiman Tov tras la reunión del lunes.

En el hospital Share Zerek y en su maternidad en el centro de Jerusalén (Bikur Holim), los dos centros médicos de referencia utilizados por los ultraortodoxos en la Ciudad Santa -muy populares por ser respetuosos con sus deseos de no vacunar- reina el mutismo oficial entorno al brote de sarampión. Según la prensa hebrea, en ellos, en las últimas dos semanas ya se habría proporcionado tratamiento preventivo a cerca de un centenar de recién nacidos.

Un repunte de la enfermedad que, aunque afecta principalmente al entorno ultraortodoxo -casi el 40% de la población de Jerusalén- mantiene en vilo a muchos padres y a los responsables de todo tipo de colegios públicos y privados de la ciudad. “La mayoría de nuestros alumnos son internacionales y están vacunados pero hemos tenido ya un caso, un alumno local”, confirma Anthea Jones, la encargada de la enfermería del Colegio Internacional Anglicano. “Nos han instado a vacunar urgentemente a los alumnos que no lo estén. A pesar de ser un colegio privado, desde el ministerio nos han ofrecido refuerzo de enfermeras y vacunas gratuitas para hacerlo lo antes posible”, explica Jones.

En las escuelas con índices más altos de sarampión -generalmente colegios ultrareligiosos judíos donde la tasa de vacunación no llega al 50%- además de la vacunación inmediata, desde las autoridades sanitarias se insta a todos aquellos que hayan podido tener contacto con un enfermo a permanecer 21 días en casa antes de regresar a clase, para evitar la propagación de la enfermedad.

La municipalidad de Jerusalén ha puesto en marcha un equipo de coordinación para vacunar y derivar a los enfermos. También se ha habilitado un número de emergencia para informar a los ciudadanos y se ha pasado una circular a las Yeshivas -centros talmúdicos y de la torá- para instarles a que todos sus estudiantes acudan a vacunarse.

Algunos parlamentarios de la Knesset preparan un borrador de ley para que se diseñe una estrategia a nivel nacional para atajar el problema.

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