Joe Biden y su lado honesto y 'cariñoso'

El vicepresidente es popular por decir lo que piensa, pero algunas veces esa cualidad le ha jugado malas pasadas.

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El martes, Joe Biden protagonizó un incómodo incidente al acercarse demasiado a Stephanie Carter, esposa del secretario de Defensa Ash Carter. (Archivo/AP)
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Agencias
WASHINGTON, D.C.- La espontaneidad en la política tiene sus cosas: a veces funciona, otras no, pero ocasionalmente provoca momentos embarazosos. El vicepresidente Joe Biden lo experimentó a las malas el martes, dos veces.

Mientras conducía una reunión cumbre en la Casa Blanca sobre el extremismo violento, Biden trató de hacer un paralelo entre Minneapolis, donde líderes locales trabajan para evitar la radicalización de los jóvenes somalíes, y su ciudad natal de Wilmington, Delaware, que Biden dijo tiene también una "comunidad somalí grande e identificable".

"Pudiera agregar que si alguna vez van a la estación de trenes, pueden notar que tengo grandes relaciones con ellos, porque muchos son taxistas y amigos míos", dijo Biden.

Su audiencia -un grupo de líderes religiosos y comunitarios, muchos de ellos de ascendencia musulmana o africana- respondieron con risas entre dientes mientras Biden continuó sin inmutarse. "Hablo en serio", dijo.

Para algunos, la observación fue similar a otra sonada indiscreción del entonces senador Biden en 2006, cuando dijo a un partidario indígena-estadounidense que en Delaware "no se puede entrar a un 7-Eleven o a un Dunkin' Donuts a menos que tenga un ligero acento indígena".

En medio de la refriega que resultó, los asistentes de Biden dijeron que sencillamente quería resaltar la dinámica comunicad indígena-estadounidense en su estado natal.

Acercamiento incómodo

Pero pocas horas después de hablar de la cantidad de taxistas somalíes, Biden juraba al nuevo secretario de Defensa, Ash Carter, cuando se acercó íntimamente a la esposa del hombre que dirige ahora las fuerzas armadas más poderosas del mundo.

Cuando Carter comenzó a hablar, Biden hizo señas a Stephanie Carter desde el otro lado del salón para que fuera a donde estaba él y le puso las manos sobre los hombros mientras su esposo agradecía a Biden por presidir la ceremonia. 

El vicepresidente mantuvo sus manos sobre los hombros de la señora durante unos 20 segundos, para entonces inclinarse y decirle algo al oído.

¿Qué le estaba diciendo el vicepresidente a la esposa de Carter? No se sabe, pero a los pocos segundos Ash Carter se volteó le puso una mano en el hombro a su esposa, mientras agradecía a "Stephanie, su esposa perfecta" por su apoyo en su carrera profesional.

Los dos incidentes provocaron numerosas reacciones en los medios sociales, cuando los que vieron los sucedido en televisión o se enteraron después se preguntaban en qué demonios estaba pensando Biden.

Una tercera vez

Dado a la improvisación, a lo largo de los años Biden se ha creado la reputación de decir lo que piensa, algo que admiran los que piden autenticidad a los líderes políticos. Sus partidarios restan importancia a lo sucedido y lo justifican diciendo que "Biden sólo hacía de las suyas".

Biden, quien se ha postulado a la presidencia dos veces, ha dicho que estudia la posibilidad de volver a postularse en 2016.

"A nivel nacional, Biden es considerado caso algo nuevo", dijo Kyle Kondik, analista político del Centro para Políticas de la Universidad de Virginia, una entidad no partidista. "Pero funciona en ambos sentidos. Logra salirse con cosas que otros no pueden, pero también lo hace parecer alguien menos serio de lo que es".

(Información de The Associated Press)

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