Un juez federal de Estados Unidos ordenó por segunda vez al gobierno de Donald Trump repatriar a Kilmar Abrego García, un migrante salvadoreño que fue deportado por error y enviado a una prisión de máxima seguridad en El Salvador, pese a contar con protección legal desde 2019.

La jueza de distrito Paula Xinis emitió el fallo este domingo, tras concluir que las autoridades estadounidenses no tenían justificación legal para detener ni deportar a Abrego García, quien salió de El Salvador en 2011 huyendo de la violencia de las pandillas.

“Como reconocen los demandados, no tenían autoridad legal para arrestarlo, ninguna justificación para detenerlo y ningún motivo para enviarlo a El Salvador, y mucho menos entregarlo a una de las prisiones más peligrosas del continente”,

señaló la jueza Xinis en su resolución.

El Departamento de Justicia apeló la decisión ante el Tribunal Federal de Apelaciones del 4º Circuito, solicitando que se suspenda la orden de repatriación.

Durante el proceso, el abogado del Departamento de Justicia, Erez Reuveni, fue suspendido después de admitir que Abrego García “no debería haber sido removido a El Salvador” y no saber por qué seguía detenido.

El caso se ha convertido en un nuevo episodio de confrontación entre abogados de inmigración y la administración Trump, que ha endurecido sus políticas de deportación, incluso señalando presuntos vínculos con pandillas para acelerar expulsiones.

Las autoridades estadounidenses han acusado a Abrego García, de 29 años, de pertenecer a la MS-13, una banda transnacional originaria de El Salvador. Sin embargo, los funcionarios sólo han presentado pruebas limitadas de dicha acusación, misma que Abrego García ha negado.

Su esposa y tres hijos, todos ciudadanos estadounidenses, han impulsado la batalla legal para que regrese a Estados Unidos, luego de ser deportado sin una orden judicial válida.

(Con información de AP y The New York Times)