Agencias
GINEBRA, Suiza.- El Programa de   Naciones Unidas   para el  Medio Ambiente  (PNUMA) dio a conocer hoy aquí en rueda de pre nsa el lanzamiento de la campaña mundial  "Piensa. Come. Ahorra"  para crear conciencia sobre la urgencia de frenar el desperdicio de comida. 

"Los consumidores, la industria alimentaria y los gobiernos, todos tienen un papel que desempeñar para reducir mil 300 millones de toneladas de comida que se desperdician cada año", dijo el director ejecutivo de PNUMA, Achim Steiner, informa Notimex.

Consideró que con mínimas acciones y cambios de hábitos en los consumidores y en todos los actores que participan en la cadena alimentaria, además de supermercados, restaurantes y hospitales se podría ayudar a reducir el desperdicio para lograr un futuro sostenible.

"Piensa. Come. Ahorra" tiene como objetivo acelerar la acción y proporcionar una visión global por medio del intercambio de información en el portal www.thinkeatsave.org en donde se pueden apreciar las diversas iniciativas que se llevan a cabo en el mundo.

Según la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con las toneladas de alimentos que se desperdician a nivel mundial se podría alimentar a 500 millones de personas cada año.

A nivel mundial, alrededor de un tercio de todos los alimentos producidos se pierde o se desperdicia en la producción de alimentos y los sistemas de consumo, según los datos publicados por la FAO.

Esta pérdida de alimentos ocurre sobre todo en las etapas de producción -la recolección, procesamiento y distribución- mientras que los residuos de alimentos por lo general se llevan a cabo cuando llegan a los minoristas y los consumidores.

"En un mundo de siete mil millones de personas, que aumentará a nueve mil millones en 2050, el desperdicio de comida no tiene sentido desde el punto de vista económico, ambiental y ético", subrayó Steiner. Desperdiciar comida "es ridículo", exclamó.

El PNUMA llamó a tomar conciencia sobre "las consecuencias financieras, la cantidad de tierra, agua, los fertilizantes y la mano de obra necesarios para cultivar los alimentos que se pierden".

Además de la generación de emisiones de gases de efecto invernadero producidos por la descomposición de los alimentos en los vertederos y el transporte de los alimentos que se tiran en última instancia, añadió.

"Para llevar a cabo la visión de un mundo realmente sostenible, necesitamos una transformación en la forma en que producimos y consumimos nuestros recursos naturales", sostuvo.

Situación urgente

De acuerdo con cifras de la FAO, en Europa se desperdician unas 300 toneladas de alimentos al año, lo que corresponde a más del total de la producción neta del África subsahariana y sería suficiente para alimentar a cerca de 870 millones de personas con hambre en el mundo.

Parte del motor de la campaña fue el resultado de la Cumbre de Río+20 en junio de 2012, en la que los gobiernos dieron el visto bueno para crear un marco de programas sobre consumo y producción sostenibles.

"No puede haber ninguna otra área que sea quizá tan emblemática en las oportunidades de tener un mundo mucho más eficiente en recursos y no hay otro tema que pueda unir más a los consumidores y productores del Norte y del Sur en una causa común", valoró Steiner.

La campaña recomienda a los consumidores planear mejor las comidas, utilizar listas de compras, evitar compras impulsivas y no sucumbir a los trucos de marketing que llevan a comprar más alimentos de los que se necesita.

Mayor comprensión

Sugiere comprender mejor las fechas de vencimiento, que por lo general son fechas con las sugerencias del fabricante para la mejor calidad.

La mayoría de los alimentos pueden consumirse sin peligro mucho después de estas fechas. Muchos alimentos si no se consumen en la fecha límite se pueden congelar.

Hay sitios web como www.lovefoodhatewaste.com que pueden ayudar a los consumidores a ser creativos con recetas para utilizar alimentos que se descomponen más rápido.

Otras acciones incluyen la congelación de alimentos, orientación sobre el almacenamiento para mantener la comida en su mejor momento, pedir porciones más pequeñas en restaurantes, comer las sobras que se guardan en el refrigerador.

Los restaurantes, bares y hoteles pueden limitar las opciones de menú e introducir "porciones flexibles", efectuar el control de residuos e incluso se llegó a comentar sobre poner impuestos al desperdicio.

En este sentido, Suiza lanzó una campaña con el lema "Tirar comida es tonto", pues se estima que cada habitante de esta nación tira a la basura 94 kilogramos de comida al año, en tanto que en India cada habitante tira 11 kilos.