Legionarios de Cristo tendrá 31 nuevos sacerdotes

Los diáconos que recibirán el orden sacerdotal tienen entre 30 y 35 años de edad y provienen de 10 países.

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En los últimos cinco años la cantidad de miembros de la congregación ha ido disminuyendo en todos los niveles. (teinteresa.es)
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Agencias
CIUDAD DEL VATICANO.- Los Legionarios de Cristo tendrán mañana sábado 31 nuevos sacerdotes gracias a su anual ordenación presbiterial, no obstante las dificultades internas producto de una renovación no exenta de turbulencias.

La ceremonia será encabezada por el cardenal Velasio De Paolis, delegado pontificio responsable del proceso de reforma tanto de la Legión como del Regnum Christi, en la Basílica de San Juan de Letrán de Roma, según publica Notimex.

Los 31 diáconos de la Legión de Cristo que recibirán el orden sacerdotal tienen entre 30 y 35 años de edad y provienen de 10 países: México (12), Estados Unidos (8), Brasil (3), Argentina (2) y Alemania, Francia, Canadá, Colombia y Chile (1).

Aunque no deja de ser una cifra significativa, el número de los nuevos sacerdotes es menos de la mitad que los ordenados por la misma Legión apenas tres años atrás.

En los últimos cinco años la cantidad de miembros de la congregación ha ido disminuyendo en todos los niveles, como consecuencia del escándalo público que involucró a su fundador Marcial Maciel Degollado.

Así mientras en diciembre de 2010 recibieron la ordenación 64 nuevos legionarios, un año más tarde fueron 49 y en 2012 sumaron 44.

Esto se suma a otras dificultades internas que se han presentado a pocos días del inicio de una asamblea que aprobará nuevos estatutos internos y elegirá a los superiores que conducirán en el corto plazo al instituto religioso.

El Capítulo General extraordinario comenzará el 8 de enero próximo en Roma. En esa reunión se verá hasta dónde llega la voluntad de dejar atrás la herencia de Maciel, culpable de abusos sexuales contra menores y de tener una "doble vida" con amantes e hijos.

Entre los 61 delegados que asistirán al encuentro destacan varios de los históricos colaboradores del fundador, como Álvaro Corcuera y Luis Garza Medina. Pero también se cuentan jóvenes de espíritu reformador.

Apenas el 5 de diciembre el vicario general, Sylvester Heereman, sorprendió a todos al reconocer públicamente que 35 sacerdotes de la Legión han recibido acusaciones de haber perpetrado abusos sexuales contra menores, desde 1941 hasta la actualidad.

Precisó que del total nueve ya fueron declarados culpables, mientras unas 14 denuncias no prosperaron por tratarse de "acusaciones infundadas" o "comportamientos imprudentes". Dos casos resultaron "no aptos para una investigación" y otros 10 continúan abiertos.

Los datos dejaron pocos indiferentes. Por primera vez se reconoció que Maciel no fue un depredador solitario y que otros de sus pupilos se mancharon de sus mismos delitos. Por ello provocaron reacciones.

Una de ellas fue un público "mea culpa" entonado por Juan María Sabadell, uno de los 61 asistentes al próximo capítulo.

En el texto pidió perdón "a las víctimas de abusos (físicos y morales)" causadas por miembros de la congregación. Agradeció a los "valientes cofundadores" que insistieron, durante décadas, en desenmascarar al fundador que los había atacado y perseveraron hasta alcanzar justicia.

Los mencionó con nombre y apellido, cosa que los superiores nunca quisieron hacer. Y destacó su "hambre y sed de justicia". Aclaró que el suyo es un "mea culpa" personal, pero lo consideró indispensable para "llegar totalmente purificado" al próximo capítulo.

Sabadell fue específico a la hora de pedir perdón por no haber creído a quienes denunciaron los abusos, especialmente del fundador.

Por haberles calificado de "resentidos" y "calumniadores", por la lentitud de la autocrítica, por los titubeos, por haber preferido defender la propia reputación de la familia legionaria, por haberse sumado al "silencio institucional" y por su falta de compasión.

"No me inquieta la reacción pública por las revelaciones duras y graves de nuestra fundación, ni las más recientes ni las de antaño, pues Dios mismo conoce el por qué misterioso de nuestro caso y él llevará a término en todos, víctimas y no víctimas, su obra buena", apuntó.

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