Aprueban 'sin condiciones' ley para seguridad nacional

El Congreso, dominado por republicanos, aprobó la medida que financia acciones en seguridad, transporte e inmigración, con lo que evitó otro cierre parcial del gobierno.

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El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, dijo que el asunto de las medidas migratorias dispuestas por Obama se dirimirá en tribunales. (AP)
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Agencias
WASHINGTON, D.C.- En un amargo reconocimiento de su derrota, el Congreso controlado por los republicanos envió una legislación al presidente Barack Obama que financia el Departamento de Seguridad Nacional sin ninguna de las concesiones relacionadas con inmigración que exigieron durante meses.

"Ha prevalecido la cordura", dijo el representante republicano Peter King, de Nueva York, ex presidente de la Comisión de Seguridad Nacional, antes de que la cámara baja aprobara por 257 votos a favor y 167 en contra un proyecto de ley por 40,000 millones de dólares que previsiblemente Obama promulgará sin demora, de acuerdo con The Associated Press.

El resultado evitó un cierre parcial de la agencia que habría comenzado el viernes en la medianoche. Fue una victoria importante para Obama y los demócratas, y un repliegue total de los republicanos, que habían censurado durante meses lo que consideran una "extralimitación inconstitucional" de Obama por conceder suspensiones de deportación y permisos de trabajo a millones de inmigrantes que viven sin permiso en el país.

A final de cuentas, los republicanos que trataron de aprovechar la iniciativa del presupuesto de Seguridad Nacional para revocar las medidas de Obama en materia de inmigración tenían poco qué mostrar salvo semanas de estancamiento y espectáculo caótico en el Capitolio a las pocas semanas de que asumieron el control pleno del Congreso tras las elecciones intermedias de noviembre.

Debido a las desavenencias, el Departamento de Seguridad Nacional estuvo el viernes pasado a unas horas de sufrir un cierre parcial hasta que el Congreso aprobó extenderle una semana el financiamiento en una situación que suscitó dudas sobre la capacidad de los republicanos para legislar con responsabilidad.

Molestia y frustración

El martes en la mañana, el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, dijo que ya no tenía opciones en un discurso ante sus correligionarios, que se veían inusualmente sumisos en esa instancia legislativa.

"Estoy tan molesto y frustrado como ustedes ante la ilegalidad y la inconstitucionalidad de las medidas de este presidente", dijo Boehner al grupo republicano. "Creo que esta decisión, tomando en cuenta la posición en la que nos encontramos, es la correcta para nosotros y es la correcta para el país".

"Nuestros colegas republicanos en el Senado jamás encontraron una forma de ganar esta batalla", afirmó. Señaló que el asunto de las medidas migratorias dispuestas por Obama se dirimirá en tribunales. Un juez federal suspendió el mes pasado la puesta en marcha de las medidas, fallo contra el que la Casa Blanca ha apelado.

Los legisladores conservadores que humillaron a Boehner la semana pasada al votar en contra de una iniciativa de financiamiento para tres semanas que había propuesto no expresaron inconformidad alguna ni hicieron preguntas durante la sesión privada, según personas que asistieron a la reunión.

Más tarde, los legisladores dijeron que se sentían decepcionados pero que no estaban en capacidad de emprender más acciones.

"No conozco que haya alguna", dijo el representante republicano Steve King, de Iowa. "Esta es la señal de capitulación".

Era inevitable

La medida aprobada el martes financia al Departamento de Seguridad Nacional hasta el 30 de septiembre, el fin del año fiscal. Asigna los recursos para numerosas prioridades, como agentes de Seguridad en el Transporte, la Guardia Costera, el Servicio Secreto, numerosas funciones relacionadas con la inmigración y donativos para gobiernos locales.

Ha habido insinuaciones de que Boehner podría enfrentar una rebelión de conservadores que tienen el apoyo del movimiento conservador tea party si presentaba al pleno una iniciativa "limpia" (no condicionada) del presupuesto para el Departamento de Seguridad Nacional.

Sin embargo, los oponentes de Boehner al parecer depusieron su actitud y había escasas señales de que estuviera gestándose una protesta mayor en contra de él.

Efectivamente, diversos republicanos dijeron el martes que el resultado era inevitable. Muchos habían hecho campaña para la reelección durante el otoño y se habían comprometido a frenar las medidas migratorias de Obama, y aclamaron a Boehner cuando este anunció que combatiría "enérgicamente" las acciones del mandatario.

La estrategia del Partido Republicano era especialmente peligrosa debido a las responsabilidades del Departamento de Seguridad Nacional en la lucha contra el terrorismo, lo que abrió a los demócratas la oportunidad de acusar a los republicanos de poner en peligro la seguridad nacional.

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