Libia y Marruecos se unen contra el Estado Islámico

Ambos países formarían un gobierno de unidad nacional para poner fin a la violencia y al caos que han beneficiado al Estado Islámico.

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Libia se apresta a firmar esta semana en Marruecos el acuerdo para la formación de un gobierno de unidad nacional que ponga fin a la violencia y al caos que han permitido la infiltración de las milicias del Estado Islámico (EI).- (Notimex)
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Agencias
ROMA, Italia.- A cuatro años de la caída del dictador Muamar Gadafi, Libia se apresta a firmar esta semana en Marruecos el acuerdo para la formación de un gobierno de unidad nacional que ponga fin a la violencia y al caos que han permitido la infiltración de las milicias del Estado Islámico (EI).

Según anunció el sábado pasado el secretario de Estado estadunidense, John Kerry, -al participar en una conferencia sobre Libia en Roma- el pacto permitirá la formación de un nuevo ejecutivo en un plazo de 40 días.

Llamó a los dos gobiernos del país, el de Tobruk (reconocido por la comunidad internacional) y el rebelde de Trípoli a poner fin a sus diferencias que han creado un “vacío de poder” aprovechado por los extremistas del EI.

“No podemos permitir que la actual situación de Libia prosiga. Es peligroso para los libios y para todos por la presencia del Estado Islámico”, advirtió Kerry al cierre de la cumbre en la que participaron 17 países, representantes de los dos parlamentos libios, el enviado de la ONU, Martin Kobler y la responsable de Exteriores de la Unión Europea, Federica Mogherini.

Organizada por Italia con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la conferencia dio su bendición al acuerdo para la formación del gobierno de unidad nacional obstaculizado por los parlamentos de Tobruk y Trípoli, que deberían suscribirlo entre el miércoles y el viernes en Sjirat, al norte de Marruecos.

 El pacto permitirá la formación de un nuevo gobierno de unidad en un plazo de 40 días.

Fruto de un año de negociaciones, encabezadas por el enviado de la ONU, Bernardino León, sustituido recientemente por Kobler, el convenio prevé que Fayez Sarraj, parlamentario en Tobruk pero nacido en Trípoli, sea el primer ministro.

Asimismo, según confirmó el enviado de la ONU, contempla un periodo de transición constitucional de un año, un llamado al cese al fuego inmediato y la apertura de corredores humanitarios.

Kobler advirtió que de los 6.2 millones de habitantes de Libia, 2.4 millones se encuentran en “situación desesperada de ayuda humanitaria”, con miles de refugiados de otros países africanos listos para partir desde sus costas hacia Europa.

La nación norafricana enfrenta una situación de grave fragmentación política con cientos de tribus, milicias y grupos yihadistas, entre ellos el EI, resultado del naufragio de las instituciones creadas durante el régimen de Gadafi, que no han sido sustituidas por otras.

El pacto no representaría el fin del conflicto

Según el experto Mattia Toaldo, del Consejo Europeo de Relaciones Internacionales, el acuerdo que será firmado en Marruecos (y que es presentado como una respuesta al EI) podría no dar como resultado el fin del conflicto libio por varias razones.

Una de ellas es la ausencia de un pacto paralelo entre los diversos grupos armados del país para combatir a los yihadistas, por lo que en su opinión el nuevo ejecutivo encabezado por Sarraj podrá como máximo permitir una intervención extranjera.

En segundo lugar, dijo, el acuerdo es aún obstaculizado por los dos parlamentos libios, en particular el de Trípoli, lo que llevaría a la formación de un “gobierno en el exilio” (y no de unidad nacional) obligado a transferirse a las ciudades de Kufra o Gadamés.

Recordó que el pasado 5 de diciembre ambos parlamentos intentaron sustituir la hoja de ruta de la ONU con una iniciativa propia que contemplaba el retorno temporal a la Constitución monárquica y federal de 1951 (aunque sin un rey) y el nombramiento de una comisión conjunta para acordar enmiendas.

El acuerdo es aún obstaculizado por los dos parlamentos libios, en particular el de Trípoli

Considerada un intento de sabotaje a las Naciones Unidas, tal propuesta fue hecha a un lado con un comunicado conjunto de los enviados de Estados Unidos y Europa.

Sin embargo, la analista del International Crisis Group, Claudia Gazzini, no excluyó que los firmantes del 5 de diciembre retornen sobre sus pasos y designen a su propio gobierno con sede en Trípoli.

Resaltó que el acuerdo patrocinado por la ONU es visto con desconfianza a causa del “prematuro” anuncio sobre la creación de un gobierno de unidad nacional hecho en octubre pasado, cuando el Parlamento de Trípoli aún tenía muchas objeciones.

Llamó a no repetir los errores de 2011, cuando hubo una intervención militar extranjera en Libia sin que se contará con un programa para la posguerra.

“Cinco años de sufrimientos del pueblo libio son suficientes”, dijo por su parte Sarraj, en un comunicado difundido este martes por la agencia de noticias libia “Thadamoun” en el que llamó a las partes a suscribir el acuerdo para la formación del gobierno de unidad.

Explicó que el mayor peligro está representado por “las organizaciones terroristas, cuyo dominio crece, haciendo sufrir a los ciudadanos ante la ausencia del Estado y la estabilidad”.

Estado islámico va por pozos petroleros

Desde París, el ministro francés de Defensa, Jan Yves Le Drian advirtió que las milicias del Estado Islámico ya están en la ciudad de Sirte, controlan un territorio de 250 kilómetros a lo largo de la costa e intentan acceder a los pozos petroleros.

Para dar muestra de su avance, este lunes el EI reivindicó la decapitación en Sirte (la ciudad natal de Gadafi) de una mujer acusada de “brujería” y el fusilamiento de un presunto espía.

(Con información de Notimex)

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