Agencias
TEHERÁN, Irán.- El ayatolá Ahmad Khatami, uno de los clérigos más importantes de Irán, ha denunciado la ejecución del chiita Nimr Baqir al-Nimr, otro clérigo considerado uno de los líderes de la Primavera Árabe. Khatami igualmente ha declarado que las repercusiones podrían desembocar en el derrocamiento de la familia gobernante saudí.

De acuerdo con el clérigo iraní, la ejecución de Nimr Baqir al-Nimr refleja la naturaleza "criminal" de la familia gobernante saudí. "No tengo ninguna duda de que esta sangre pura manchará el cuello de la Casa de Saud (la familia real saudí) y los borrará de las páginas de la historia", ha afirmado.

"El delito de ejecución del jeque Nimr forma parte de un patrón criminal de esta familia traicionera [...] Se espera que el mundo islámico grite y denuncie este régimen infame tanto como pueda", añadió el clérigo.

Las autoridades oficiales de Irán también han condenado el hecho. El portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Hossein Jaber Ansari, ha acusado al Gobierno de Arabia Saudita de reprimir cruelmente a los críticos del régimen y al mismo tiempo apoyar a los terroristas que operan en el territorio de otros países.

"Mientras que el reino apoya a terroristas que viven en la región y que violan la paz y la seguridad, representando una amenaza para la gente, el régimen de Riad ejecuta a sus oponentes políticos como el jeque al-Nimr. El gobierno saudí pagará un alto precio por esta política", ha afirmado. 

Mientras aliados de Riad, como Bahréin y Emiratos Árabes Unidos, expresaron su apoyo al reino, otros países, como Irak y el Líbano, han unido su protesta a la de Irán.

Arabia Saudita despliega ofensiva

Por su parte, el gobierno de Arabia Saudita ha desplegado cientos de vehículos antidisturbios en la ciudad rebelde de Qatif, para luchar contra cualquier protesta que pueda tener lugar tras la ejecución del clérigo chiita Nimr Baqir al-Nimr. El nivel de vigilancia también ha sido elevado en otras ciudades chiitas del reino, informa Press TV.

El gobierno saudí ha anunciado este sábado la ejecución de 47 personas que habían sido imputadas por planificar y participar en ataques terroristas de Al-Qaeda desde 2003 a 2006. Entre los acusados se encontraba el prominente clérigo chiita, jeque Nimr Baqir al-Nimr.

El religioso era considerado como uno de los líderes de la Primavera Árabe y uno de los jefes principales de las rebeliones de 2011 y 2012 en el país que ocurrieron después de la Revolución tunecina.

Arabia Saudita lo acusó de alentar la violencia entre sus correligionarios, que son minoría no solo en este país, sino también en la mayor parte de los países árabes, salvo Irán, Azerbaiyán e Irak, donde son mayoría, mientas que en Líbano representan la mitad.

Otro país donde los chiítas suman casi el 40% de la población es Yemen, donde desde principios de 2015 la organización militarizada chiíta de los hutíes gobierna el país tras expulsar al presidente Abd al-Rahman al-Mansur. Arabia Saudita acusa a Irán de apoyar a los hutíes, y desde el marzo de 2015 bombardea las posiciones de estos en Yemen. 

(Información de RT)