No se va a misa a criticar a los demás: Papa

Francisco dijo que la eucaristía no es sólo un momento de fiesta, una ocasión social, una tradición consolidada para hallarse o sentirse bien.

|
El Papa habló también del "malestar" de estos días en Roma, tanto por "la lluvia como por los malestares sociales". (Agencias)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Agencias
CIUDAD DEL VATICANO.- La Misa del domingo, dijo hoy el Papa Francisco durante la audiencia general de los miércoles, no es sólo "un momento de fiesta, una ocasión social, una tradición consolidada para hallarse o sentirse bien".

"La eucaristía nos introduce en la comunión real con Jesús y su misterio", por eso no se va a misa a contemplar lo que hacen los otros, o a criticarlos, sino como pecadores que al mirar el rostro de Jesús hallan el impulso para ir hacia las necesidades de los otros, sobre todo los más necesitados, como hermanos.

El Pontífice quiso plantear hoy "algunas preguntas sobre la relación entre la eucaristía que celebramos y nuestra vida, sea como Iglesia o sea como individuos", e insistió en el hecho de que a la Misa se va en cuanto "pecadores".

El primer modo sugerido por el Papa para comprender si "vivimos bien la eucaristía" es eliminar el "primer vicio, que es mirar y considerar a los otros" en modo crítico, según publica el sitio web ansa.it.

"Cristo -explicó- realiza siempre el don de sí que nos hizo sobre la cruz, toda su vida es un acto total de compartir por amor. Jesús amaba estar con sus discípulos, compartir sus deseos, problemas, lo que agitaba su alma y su vida".

El Pontífice dijo que no se va a misa porque se es mejor que los demás, subrayó, sino por "la gracia de sentirse perdonados y listos para perdonar"

En la Misa, observó, "nos hallamos con hombres y mujeres de todo tipo, pobres y pudientes, hombres del lugar y forasteros, pero la eucaristía que celebro me lleva a sentirlos todos realmente como hermanos y hermanas, a hacer crecer en mí la capacidad de gozar con quien goza y llorar con quien llora, de ir hacia los pobres y marginados, me ayuda a reconocer en ellos el rostro de Jesús".

En ese momento, el Papa habló también del "malestar" de estos días en Roma, tanto por "la lluvia como por los malestares sociales".

"En estos días -dijo- hemos visto muchos malestares sociales, o por la lluvia que nos hizo tanto mal, a barrios enteros, o por la falta de trabajo. Esta crisis social de todo el mundo, les pregunto, cada uno de nosotros preguntémonos, ¿yo que voy a Misa cómo vivo esto? ¿Me preocupo de ayudar, de acercarme, de rezar por ellos que tienen este problema o soy un poco indiferente?".

No se va a misa porque se es mejor que los demás, subrayó, sino por "la gracia de sentirse perdonados y listos para perdonar". "Quien celebra no lo hace porque se considera o quiere parecer mejor, sino porque se reconoce siempre necesitado de ser acogido y regenerado por la misericordia de Dios. Si cada uno de nosotros no se siente necesitado de la misericordia de Dios, no se siente pecador, es mejor que no vaya a misa", dijo.

Por otra parte, "una celebración puede ser impecable desde el punto de vista exterior, bellísima", pero si no hay "coherencia entre liturgia y vida" corre el riesgo de ser estéril.

"A través de la eucaristía Cristo quiere entrar en nuestra existencia y permearla con su gracia, de modo que en cada comunidad cristiana haya coherencia entre liturgia y vida", concluyó.

Lo más leído

skeleton





skeleton