Monjas relatan el infierno que vivieron al ser abusadas por curas

Una de las victimas asegura haber visto a sus compañeras sin ropa mientras un sacerdote ‘las revisaba’.

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Un grupo de exmonjas relataron la serie de abusos que sufrieron en un convento de Chile. (Contexto)
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Agencia
CHILE.- Un grupo de exmonjas de Chile denunció que fueron víctimas de abusos sexuales por parte de algunos curas durante su estadía en la Congregación de las Hermanas del Buen Samaritano, ubicada en Molina, región de Maule, a 210 kilómetros al sur de Santiago.

"El sacerdote siempre estuvo abusando de las hermanas, sexualmente", dijo la exreligiosa Celia Saldivia, quien no especificó el nombre del cura, según recoge el informe especial "El fin del silencio: 'No somos esclavas, somos mujeres'", del canal 24 Horas, reporta el portal de noticias RT.

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"Muchas veces vi a las hermanas desnudas en la habitación, mientras él las revisaba", añadió Saldivia. La exmonja lo encaró en una oportunidad y le preguntó por qué hacía eso, y él le respondió: "Es que yo nunca he visto a una mujer desnuda y quiero verla. ¿Por qué? ¿Qué tiene?".

Eliana Macías, otra de las exmonjas, confesó que fue violentada sexualmente por un sacerdote, cuyo nombre tampoco reveló. "La primera vez que me vio, en Molina (...) se me queda mirando y me dice 'esos senos están muy abajo' y me pescó así para arriba", dijo.

 

A eso añadió que el cura "entraba a las habitaciones", y precisó: "Entonces justo llegó a mi cama y me levantó la ropa y dijo: 'Hace mucho frío aquí'. Yo me levanté y dije: ¿quién está aquí?".

En el reportaje también se recoge el testimonio de Yolanda Tondreaux, quien reveló que los abusos comenzaron apenas se puso los hábitos: "[Un cura] me abrazó, me acercó a su pecho, ¡a su pecho!, y después comenzó a darme besitos" que llegaron hasta los labios. Indicó que se zafó del sacerdote "porque me di cuenta, me dio asco".

Abusos de la superiora

Las religiosas dicen haber denunciado los hechos a su superiora, Patricia Ibarra, pero no tuvieron la respuesta que esperaban.

Tondreaux dijo que fue tratada de "mentirosa" por parte de Ibarra, quien además le ordenó confesarse con el cura que al que había denunciado.

Consuelo Gómez, otra de las exreligiosas, dijo que Ibarra la trató "como si fuera una terrorista y me quitó todo" y aseguró que parte de su castigo fue transformarse "en la sirvienta de ellas, por haber denunciado el abuso".

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