Agencias
MADRID, España.- La muerte de un menor, atropellado por una carroza en la cabalgata de los Reyes Magos en Málaga, en el sur de España, ensombreció esta celebración que se realiza de manera tradicional en las principales ciudades españolas.

El accidente ocurrió en la capital malagueña, donde un menor de seis años se acercó a recoger unos caramelos al paso de la carroza que lo atropelló, y aunque los servicios médicos intentaron reanimarlo no pudieron salvarlo.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, confirmó el suceso y explicó que tras hablar con los padres del menor, fueron estos quienes le pidieron que continuara la caravana, informa Notimex.

En tanto, en Madrid, la cabalgata de los Reyes Magos recreó aquí algunos de los grandes cuentos de la literatura infantil, con carrozas de Peter Pan, el Mago de Oz, Alicia en el país de las maravillas. Érase una vez, El cascanueces y Blancanieves y los siete enanos.

La cabalgata madrileña dedicó al fomento a la lectura en su edición 2013, y en su mensaje leído por el rey Melchor se pidió a los niños estudiar mucho este año y ayudar de ese modo a sus padres a tratar de salir de la crisis económica que vive el país.

Por ello, las carrozas repartieron, además de los caramelos, 10 mil ejemplares del libro "Los tres cochinitos" y otros 10 mil de "La cigarra y la hormiga", para fomentar su lectura entre los niños.

Este año las carrozas tuvieron temática de los reinos de donde proceden los Reyes Magos: Europa del este, Asia y África.

La del rey Melchor, que portó el oro, fue tirada por seis caballos blancos, y decorada de colores oro y blanco llevó una esfera armilar, un modelo de la esfera celeste utilizada para mostrar el movimiento aparente de las estrellas alrededor de la Tierra o el Sol.

La carroza persa de Gaspar, que llevó el incienso, fue tirada por seis caballos zainos, pintada de color rojo y oro, y basada en la cultura oriental, y lució un telescopio que ayuda al astrónomo a seguir la estrella.

La del rey Baltasar, que llevó la mirra, fue tirada por seis caballos negros, con decoración de motivos étnicos africanos, y también lució un sextante, que permite medir ángulos entre un astro, generalmente el Sol, y el horizonte.

Más de 600 personas, entre ellos danzantes y músicos, participaron en el desfile, mientras que unos 200 animales (una gran parte patos y caballos) también entraron en la caravana.