Histórico: mujeres se ponen al volante en Arabia (Video)

Autoridades afirman que la medida no es un derecho ganado, sino una concesión real.

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“Significa mucho para nosotras… Vamos a tomar las riendas de nuestro destino”. (Twitter)
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Agencia
RIAD, Arabia Saudita.- Por fin ha llegado el día. Desde hoy, el reino saudí permite conducir a las mujeres. Nueve meses después de que el rey Salmán levantara la anacrónica prohibición con un decreto real, las saudíes van a ponerse al volante.

“Voy a conducir. A cualquier sitio. De forma aleatoria. Quiero saber qué se siente conduciendo de forma legal”, responde exultante Hatoon al Fassi al ser preguntada por sus planes para esta jornada.

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Sin embargo, la detención de varias activistas que, como ella, lucharon para conseguirlo, empaña la jornada y plantea dudas sobre la profundidad de la reforma que impulsa el hijo y heredero del monarca, el príncipe Mohamed Bin Salmán (MBS).

“Significa mucho para nosotras… Vamos a tomar las riendas de nuestro destino”, asegura Al Fassi, profesora universitaria y veterana activista de los derechos de la mujer, tras canjear su carné de conducir de un país vecino por el nuevo documento saudí. Otras se han preparado en las autoescuelas (sólo para mujeres) que funcionan desde marzo.

El cambio va mucho más allá del simple hecho de poder ponerse al volante. La prohibición ha limitado la movilidad de las mujeres en un país sin transporte público digno de ese nombre (aún está pendiente la inauguración del metro de Riad) y dificultado su incorporación al trabajo, a pesar de que su preparación es de media superior a la de los hombres. Es un desperdicio de talento que el Reino del Desierto no puede seguir permitiéndose.

Así lo ha reconocido el príncipe Mohamed, a quien se atribuye la decisión. MBS, como se le conoce, está impulsando un ambicioso programa de reformas para superar la dependencia del petróleo que exige modernizar la sociedad y recortar la influencia del clero (bastión de las posturas más conservadoras, pero también fuente de legitimidad de la monarquía).

Entre los objetivos de su Visión 2030 se encuentra lograr que para ese año las saudíes sean el 30% de la fuerza laboral (frente al 10% actual). De ahí la necesidad de acabar con la prohibición.

Ven con inquietud la reciente detención de 17 activistas (incluidos tres hombres) que desde hace años han hecho campaña por el derecho a conducir y la abolición de la tutela. Nueve mujeres, entre ellas las veteranas Aziza al Yusef, Eman al Nafyan y Loujain al Hathloul, continúan encarceladas acusadas de delitos muy graves, incluido el de “traición”, que además de castigarse con penas elevadas buscan dañar su reputación, según varias ONG internacionales. Su caso preocupa al Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.

Las autoridades del reino parecen temer que el activismo de las mujeres se extienda a otras reclamaciones. Desde el principio dejaron claro que el levantamiento del veto a que condujeran era una concesión real, no un derecho conquistado. No hubo ningún reconocimiento a las numerosas saudíes que durante tres décadas han estado haciendo campaña para conseguirlo. Al contrario, se les pidió silencio.

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