Director de un diario sentenciado a cinco mil años de cárcel

Rodney D. Sieh se negó a pagar una compensación de US$1,6 millones a un ministro.

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Rodney D. Sieh, director del diario de Liberia FrontPage Africa, fue sentenciado a 5.000 años de cárcel. (Foto: Teletrece)
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Agencia
ESPAÑA.- Rodney D. Sieh, es el director y fundador del diario de Liberia "FrontPage Africa" y publicará próximamente el libro "Periodista en juicio: luchando contra la corrupción, el amordazamiento a la prensa y una sentencia de cárcel de 5.000 años en Liberia". En este artículo, reflexiona sobre lo que su carrera dice de la situación del periodismo en África Occidental. 

Fui sentenciado a 5.000 años de cárcel por no pagar una compensación por difamación de US$1,6 millones a un antiguo ministro que había denunciado a mi periódico después de que publicáramos los resultados de una auditoría gubernamental.

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Esta había descubierto que fondos de US$6 millones destinados a combatir una epidemia de gusanos no habían sido justificados.

Pasé cuatro meses en 2013 en la tristemente célebre Prisión Central de Monrovia, donde fui arrojado dentro de una celda con asesinos, ladrones que habían usado armas y gente que había cometido delitos menores.

Con el paso de los años, se ha ganado la reputación de ser un refugio para criminales acérrimos y un lugar donde se les enseña una lección a los críticos del gobierno.

Recuerdo al jefe de las instalaciones intentando convencerme de darle una oportunidad al menú del día: un plato de frijoles con arroz sin carne ni pescado y larvas retorciéndose sobre el carro en el que se amontonaba la comida.

Se requirió la fuerza de una campaña internacional, protestas masivas y un artículo de opinión en el New York Times para conseguir que el gobierno de la entonces presidenta, Ellen Johnson Sirleaf, me liberara.

Mi calvario es solo un ejemplo de las dificultades a las que los periodistas se enfrentan en un continente a menudo dominado por una élite incómoda con las críticas.

Basta con mirar lo sucedido en las últimas décadas: muchos de mis colegas han sido asesinados, mutilados y perseguidos, periódicos han sido cerrados y el miedo penetra nuestro entorno laboral. Otros viven en el exilio, separados de sus familias.

He trabajado bajo varios regímenes de África Occidental así que conozco de primera mano cómo los líderes autoritarios acosan y socavan a la prensa. De haber sucumbido, yo estaría hoy entre los centenares de periodistas que se cuentan entre las olvidadas páginas del informe anual del Comité para Proteger Periodistas.

De haber dado un paso atrás, quizá todavía estaría cumpliendo una sentencia de 5.000 años en prisión por difamación, una ley que pretendo combatir mientras viva.

He llegado hasta aquí porque me niego a dar marcha atrás y a rendirme.

Con información de Teletrece.

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