Néstor Kirchner, el líder omnipresente de Argentina

Desde su fallecimiento en 2010, Cristina Fernández se ha encargado de alimentar y velar el mito del exmandatario.

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Néstor Kirchner junto a Cristina Fernández cuando ella tomó el mando del Gobierno en 2007. (Archivo/Reuters)
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Agencias
BUENOS AIRES, Argentina.- El fallecido expresidente de Argentina, Néstor Kirchner (2003-2007), se convirtió en un líder omnipresente en Argentina gracias a que escuelas, hospitales, avenidas, centros culturales, plazas, terminales de autobuses, represas e incluso una central nuclear llevan su nombre.

La encargada de alimentar y velar el mito del exmandatario es su viuda y sucesora, la presidenta Cristina Fernández, quien aprovecha cualquier ocasión para bautizar con el nombre de su esposo todo tipo de obras públicas.

El culto a la imagen de Kirchner comenzó la mañana del 27 de octubre de 2010, cuando un ataque al corazón terminó con su vida de manera sorpresiva, mientras descansaba en su casa de la patagónica provincia de Santa Cruz.

Miles de personas salieron a las calles a llorar al expresidente que apenas tenía 60 años de edad y que se preparaba para volver a ser candidato presidencial en los comicios generales de 2011, en los que su viuda terminó ganando la reelección.

Desde entonces, Fernández idealizó públicamente a su marido, a quien todavía se refiere simplemente como “él”, a semejanza de una divinidad, además de que le guardó tres años de riguroso luto.

Escuelas, hospitales, avenidas, centros culturales e incluso una central nuclear llevan el nombre del expresidente

Más allá del discurso y de la ropa, la presidenta pasó a los hechos y durante los últimos cuatro años ha presentado todo tipo de obras que llevan el nombre del exmandatario.

El martes, por ejemplo, inauguró los trabajos de la Central Nuclear Néstor Kirchner, antes llamada Atucha II, y recordó que fue su esposo quien lanzó un nuevo plan en un sector tan estratégico.

“Estos son los hombres que quedan en la historia, los otros apenas se agotan en 5 minutos de televisión o una página de diario. Este hombre (Kirchner) vino acá, a Atucha II que estaba abandonada, sus máquinas apenas cuidadas por el poco personal que le habían dejado, en completo estado de abandono, y dijo: vamos a terminar Atucha II”, explicó, emocionada.

Un par de días antes, la presidenta había inaugurado un hospital de última generación en la patagónica ciudad de El Calafate, el cual fue rebautizado como Gobernador Cepernich-Presidente Kirchner.

El culto al político argentino ha traspasado fronteras, ya que en diciembre pasado Fernández viajó hasta Quito para inaugurar el edificio de la Unión de Naciones Sudamericanas que lleva el nombre del expresidente.

“Yo quiero agradecer profundamente el haberle dado a este edificio el nombre de quien fuera y será siempre mi compañero. Él, que nunca le gustaba estar en el medio en política porque decía que solo los tibios están en el medio, bueno, ha terminado en el centro del mundo”, afirmó.

Además de la presidenta, legisladores, gobernadores y ciudadanos colaboran para replicar el nombre de Kirchner, lo que provocó que el periodista Leonardo Mindez creara el blog “Ponele Néstor a todo”.

Ahí, recopila fotos de la manera en que se ha usado (y abusado) del nombre del expresidente para bautizar albercas, deportivos, centros médicos, túneles, bares, calles, canchas de fútbol, auditorios, bibliotecas, frigoríficos, comisarías, barrios, salas de teatro, albergues y bibliotecas.

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