Agencias
JACKSON, Mississippi, EU.- La familia de una niña de 3 años -a quien según su testimonio se le pidió salir de un restaurante de la cadena KFC porque sus cicatrices perturbaron a los clientes- dijo que no aceptará una donación de 30 mil dólares de la cadena, pero sugirió a la empresa que regale esos fondos a la fundación de un doctor que trabajará con su rostro, informó The Associated Press.

"La familia no cree que sea apropiado aceptar la donación de KFC, pero se les invita a hacer un donativo a la fundación Frank Stile", dijo el abogado e la familia, Bill Kellum, este miércoles en un comunicado.

Stile es el doctor de Las Vegas quien ha ofrecido donar sus servicios para trabajar en la cara de Victoria Wilcher, quien quedó desfigurada tras el ataque de perros pitbull.

La cadena de restaurantes prometió que entregaría ese dinero para destinarlo a los gastos médicos de la niña aunque informó que tras una investigación se llegó a la conclusión de que no había pruebas de que algún empleado le hubiese pedido salir del restaurante de Jackson.

Kellum informó que la familia de la niña sostiene su dicho.

Victoria fue atacada por tres perros pitbull en abril cuando se encontraba en la casa de su abuelo, Donald Mullins, en el condado Simpson. Perdió su ojo derecho y sufrió numerosas fracturas faciales. Desde entonces, se ha sometido a varias operaciones reconstructivas.

Kellum dijo al The Clarion-Ledger (http://on.thec-l.com/1odvGfn ) que la niña y su madre viajarán el lunes a Florida para un examen preliminar en el Centro de Prótesis en Naples.

Informó que el centro ha ofrecido dar una prótesis ocular a Victoria, que Stile injertará posteriormente mediante un procedimiento quirúrgico.

Acusaciones

Las acusaciones salieron a relucir este mes en la página en Facebook Victoria's Victories, que ha seguido la recuperación de la niña tras el ataque. KFC emitió una disculpa a la mañana siguiente y pidió más detalles de lo sucedido.

Teri Rials Bates, tía de la niña, está a cargo de la página en Facebook.

"Les juro que no es una farsa, nunca pensé que nada de esto fuese a causar tanto ruido", dijo en un mensaje. "Yo he visto personalmente a la familia sacrificarse para cuidar a Victoria. Ellos no han hecho ni harían nada para causarle daño".

Previamente, la abuela de la niña, Kelly Mullins, declaró a la estación de televisión WAPT que la niña acababa de ir al médico y luego fue al restaurante. Después que la familia ordenó sus alimentos, un empleado se les acercó, dijo la abuela.

"Nos dijeron que nos pedían que nos marcháramos porque las lesiones en el rostro de la niña molestaba a los otros comensales", dijo Mullins.