Nominan a exfuncionario de Bush para dirigir al FBI

Obama propuso a James Comey para tomar el lugar de Robert Mueller, quien esta al frente de la organización desde el 2001.

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Obama estrecha la mano de James Comey después de anunciar su nominación para tomar el lugar de Robert Mueller (izq). (Agencias)
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Agencias
WASHINGTON, DC.- El presidente Barack Obama nominó el viernes a James Comey como nuevo director del FBI, con lo que busca aprovechar la experiencia de un exfuncionario del Departamento de Justicia durante el gobierno del presidente George W. Bush para dirigir el organismo en momentos en que encara debates de privacidad sobre una serie de tácticas de investigación recientemente expuestas, según publica The Associated Press.

Obama elogió a Comey por demostrar inquebrantable integridad en un contexto de incertidumbre. Flanqueado por Comey y el director saliente del FBI, Robert Mueller, Obama dijo que Comey reconoce que en tiempos de crisis a Estados Unidos se le juzga no sólo por el número de planes que logra frustrar sino también por su compromiso con las libertades civiles y los ideales de la Constitución.

"Jim entiende, profundamente, la angustia de las víctimas de delitos así como por lo que pasan", dijo Obama. "Lo ha convertido en la tarea de su vida para evitar a otros ese dolor".

"Es una rareza en Washington, ya que no se preocupa por la política", agregó Obama.

Comey es quizás mejor conocido por la postura que asumió en 2004 junto a la cama de hospital del entonces secretario de Justicia, John Ashcroft, ante un programa de escuchas electrónicas sin orden judicial. Comey se apresuró a llegar a la habitación de su jefe para impedir físicamente que funcionarios de la Casa Blanca trataran de que Ashcroft reanudara la autorización del programa.

De ser confirmado por el Senado, Comey serviría un plazo de 10 años

De ser confirmado por el Senado, Comey serviría un plazo de 10 años y reemplazará a Mueller, quien ha ocupado el cargo desde la semana antes de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. 

Obama elogió a Mueller efusivamente y dijo que podría declarar sin ambages que un sinnúmero de estadounidenses están vivos hoy gracias a sus esfuerzos. Mueller dimitirá el 4 de septiembre después de supervisar la transformación de la agencia en una de las principales armas del país contra el terrorismo.

"Debo estar loco para seguirle los pasos a Bob Mueller", dijo Comey. "No sé si pueda seguir su ejemplo, pero sí sé que cualquier cosa que logre lo haré sobre los hombros de un gigante".

Comey fue fiscal federal y prestó servicios durante varios años en el Distrito Sur de Nueva York antes de ir a Washington después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 como subsecretario de Justicia. En años recientes ha sido ejecutivo en la empresa de defensa Lockheed Martin, asesor jurídico de un fondo de inversión, miembro de la junta de directores de HSBC Holdings y conferencista sobre las leyes de seguridad nacional en la Facultad de Derecho de la Universidad de Columbia.

La Casa Blanca parece esperar que el historial republicano de Comey y sus fuertes credenciales lo ayuden en la confirmación en el Senado en momentos en que algunos de los nominados de Obama han enfrentado fuertes batallas.

Los republicanos han dicho que no ven ningún obstáculo importante a su confirmación, aunque ciertamente Comey enfrentará preguntas sobre su trabajo en el fondo de inversión y sus relaciones con Wall Street, además del manejo de las importantes investigaciones que el FBI adelanta en estos momentos.

El principal republicano de la Comisión Judicial del Senado dijo que la experiencia de Comey beneficiaría al FBI

Comey tuvo un papel central en la renovación del programa de escuchas telefónicas sin orden judicial de Bush, una de las grandes controversias de su gobierno y un hecho que centró la atención en las tácticas controversiales del gobierno en la guerra contra el terrorismo.

En un dramático testimonio ante el Comité Judicial del Senado en 2007, Comey dijo que pensaba que el programa de escuchas telefónicas sin orden judicial era tan cuestionable que se negó a volver a autorizarlo mientras era secretario de Justicia en funciones durante la hospitalización de John Ashcroft.

Comey dijo que cuando conoció que el jefe de despacho de la Casa Blanca, Andrew Card, y el asesor jurídico de Bush, Alberto Gonzales, se dirigían a la habitación de hospital de Ashcroft, a pesar de las instrucciones de la esposa del secretario de Justicia de que no se aceptaran visitantes, Comey se les adelantó y observó a Ashcroft despedirlos.

"Esa noche fue probablemente la más difícil de mi vida profesional", testificó Comey, agregando que él y Ashcroft tenían reservas sobre la legalidad del programa, pero declinó hablar de los detalles porque el programa era secreto.

Altos funcionarios del gobierno habían expresado preocupaciones sobre si la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés), que administraba el programa de escuchas sin orden judicial, tenía la debida supervisión. Otras preocupaciones fueron si el presidente tenía la autoridad jurídica y constitucional para aprobar el programa en las condiciones de ese momento.

Comey era subsecretario de Justicia en 2005, cuando intentó infructuosamente limitar las tácticas de interrogatorio duras contra los sospechosos de terrorismo. En ese entonces le dijo al entonces secretario de Justicia Gonzales que algunas de las prácticas estaban equivocadas y que dañarían la reputación del departamento.

Algunos demócratas denunciaron los métodos de tortura, en particular el uso del llamado "waterboarding", una técnica de interrogación conocida como "el submarino" que produce la sensación de ahogamiento simulado.

El desafío de Comey le ganó elogios de los demócratas. En un comunicado, el presidente de la Comisión Judicial del Senado, Patrick Leahy, demócrata por Vermont, que supervisará la audiencia de confirmación de Comey, dijo: "El señor Comey mostró el tipo de la independencia necesaria para dirigir el FBI cuando se enfrentó a los funcionarios de la pasada administración que intentaban violar el estado de derecho". Leahy pidió a los senadores dar a Comey "la confirmación rápida y respetuosa que se merece".

El senador Chuck Grassley, el principal republicano de la Comisión Judicial del Senado, dijo que la experiencia de Comey en la seguridad nacional beneficiaría al FBI. "Él ha tratado previamente estos asuntos con integridad y demostrado la voluntad de mantener su postura en caso de ser necesario", dijo Grassley en un comunicado. Añadió que quiere interrogar a Comey sobre su trabajo en el sector de fondos de cobertura y se preguntó si podría mejorar los esfuerzos del gobierno de Obama para procesar a Wall Street por su papel en la crisis económica.

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