Agencias
WASHINGTON, D.C.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmará la extensión de las sanciones económicas contra Irán al descartar que la medida interfiera con el acuerdo nuclear alcanzado entre Teherán y el grupo de potencias P5+1, informó este viernes la Casa Blanca.

Aunque el mandatario consideró que la extensión de las sanciones no resulta necesaria, el vocero presidencial Eric Schultz dejó en claro que tampoco se opondrá, y dijo que la administración estará enfocada en el Plan de Acción Integral Conjunto firmado en julio pasado.

“Creemos que la extensión de la Ley de Sanciones de Irán no es necesaria, pero también creemos que no interferirá con el acuerdo de Irán, el Plan de Acción Integral Conjunto acordado entre Irán y el P5+1”, subrayó Schultz durante la habitual conferencia de prensa en la Casa Blanca, informa Notimex.

El jueves, el Senado estadunidense votó de manera unánime para extender la autoridad del presidente para imponer sanciones a Irán por 10 años más en caso de que Teherán viole el acuerdo bajo el cual renunció a su programa de enriquecimiento de uranio para usar energía nuclear con fines civiles.

El voto en la cámara alta precedió al del lunes en la Cámara de Representantes en ese mismo sentido, y Schultz anticipó que “yo esperaría que el presidente (Obama) vaya a firmar esta legislación”.

Esfuerzo diplomática

Aunque la mayor parte de las sanciones contra Irán han sido suspendidas, la iniciativa fue impulsada como un disuasivo contra Teherán, ante los reiterados señalamientos en Estados Unidos sobre su apoyo al terrorismo.

Schultz hizo notar que la legislación incluye una disposición que permite al secretario de Estado dispensar ciertas sanciones relacionadas con el uso de armas nucleares en el marco del Plan de Acción Integral Conjunta.

“Esto es algo que hemos estado haciendo desde el día de implementación, y es algo que vamos a seguir haciendo bajo nuestras obligaciones del acuerdo, siempre y cuando Irán continúe hasta el final con su cumplimiento”, dijo.

El P5+1, integrado por Alemania, Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia, se conformó en 2006 en un esfuerzo diplomático para alcanzar un acuerdo con Irán respecto a su programa nuclear y restringir el uso de la energía atómica sólo a fines pacíficos.