Bandera de Cuba ondea en Estados Unidos

En un evento encabezado por el canciller cubano Bruno Rodríguez, el lábaro patrio cubano fue izado en la nueva embajada en Washington.

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El reloj marcaba exactamente las 10:36 horas del lunes 20 de julio de 2015 cuando oficiales cubanos izaron la bandera de Cuba en el edificio que funcionó como sección de intereses desde la década de 1970. (Foto: AP)
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Notimex y Associated Press
WASHINGTON, D.C.-  Los colores azul, rojo y blanco de la bandera de Cuba ondearon hoy por primera vez en su nueva embajada en la capital de Estados Unidos desde que ambos países rompieron relaciones diplomáticas en 1961.

Más de 500 invitados, además de centenares de periodistas, activistas y curiosos abarrotaron no sólo el interior de la sede diplomática, sino también las calles aledañas para convertir el acto en un evento multitudinario.

El reloj marcaba exactamente las 10:36 horas locales de este lunes cuando fue izado el lábaro patrio cubano, informa Notimex. 

El acto fue encabezado por el canciller cubano Bruno Rodríguez, e incluyó a una delegación estadounidense liderada por la secretaria de Estado adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, en el edificio que funcionó como sección de intereses desde la década de 1970.

Mientras activistas latinoamericanos celebraron la reapertura de embajadas y pidieron el fin del bloqueo que pesa contra la isla caribeña, algunos exiliados cubanos demandaron a la administración del presidente Barack Obama mayor presión en el tema de los derechos humanos.

Fin de la Guerra Fría

Con la reapertura de la embajada de Cuba en Estados Unidos se puso fin a más de cinco décadas de Guerra Fría y hostilidad entre ambas naciones.

"Con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y la reapertura de Embajadas, culmina hoy una primera etapa del diálogo bilateral y se abre paso al complejo y seguramente largo proceso hacia la normalización de las relaciones bilaterales", dijo el canciller cubano Bruno Rodríguez durante un breve discurso tras izar la bandera.

La bandera -una estrella blanca sobre fondo rojo junto a franjas azules y blancas- fue izada por primera vez desde 1961 a las puertas de lo que a partir del lunes será la embajada cubana en Washington.

"Es grande el desafío porque nunca ha habido relaciones normales entre los Estados Unidos de América y Cuba pese a un siglo y medio de intensos y enriquecedores vínculos entre los pueblos", agregó.

Rodríguez subrayó que solamente la eliminación del embargo comercial, la devolución del territorio de Guantánamo y el respeto a la soberanía de Cuba "darán sentido al hecho histórico que estamos viviendo hoy". 

Los acontecimientos de este lunes sellan un drástico cambio de rumbo en la política de EU sobre la isla comunista durante el gobierno de Barack  Obama

A la ceremonia acudió una delegación estadounidense que no ejerció derecho de palabra, encabezada por la subsecretaria de Estado para América Latina Roberta Jacobson y Jeffrey DeLaurentis, quien se desempeñará a partir de lunes como encargado de negocios de la embajada estadounidense en La Habana.

DeLaurentis, quien fungió como jefe de la sección de Intereses desde agosto, podría estar en la lista final de postulados a embajador estadounidense en Cuba.

Rodríguez viajó a Washington acompañado por una comitiva de al menos 30 personas, y que incluyó a la vicepresidenta de la Asamblea Nacional, Ana María Mari; el ex canciller y ex líder parlamentario, Ricardo Alarcón; el cantautor Silvio Rodríguez; el artista plástico Alexis Leiva (Kcho) y el historiador de la ciudad de La Habana, Eusebio Leal.

Los pasos

La nueva era de los lazos entre Cuba y Estados Unidos comenzó sin gran ceremonia en la medianoche del domingo al lunes en Washington y La Habana son el resultado de un acercamiento iniciado en diciembre de 2014 por los presidentes Raúl Castro y Barack Obama tras más de cinco décadas de hostilidades.

Al llegar la medianoche en las dos capitales terminó una serie de políticas ampliadas y endurecidas desde que el presidente John F. Kennedy chocó en un principio con el joven revolucionario Fidel Castro por la expansión de la entonces Unión Soviética en las Américas.

Al amanecer, y sin ceremonias, el personal del Departamento de Estado colocó la bandera cubana en su vestíbulo junto a las de todas las naciones con las cuales Estados Unidos mantiene relaciones diplomáticas.

La Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana anunció el lunes su conversión en embajada en un comunicado, pero no izará inmediatamente la insignia de las barras y las estrellas hasta una ceremonia formal que Kerry probablemente encabezará en agosto.

En La Habana, un reducido grupo de curiosos, algunos turistas, trabajadores del vecindario y muchos periodistas, camarógrafos y fotógrafos, rodearon la ahora embajada de Estados Unidos.

Sin embargo, aunque la normalización protagoniza el estado de las relaciones bilaterales, sigue habiendo un profundo abismo ideológico entre los dos países, y quedan muchos asuntos por resolver.

Algunos de estos temas son espinosas disputas, como las reclamaciones cruzadas de reparaciones económicas, la insistencia de La Habana de que se ponga fin al embargo impuesto hace 53 años y las peticiones estadounidenses de que se hagan mejoras en derechos humanos y democracia.

Los acontecimientos del lunes sellan un drástico cambio de rumbo en la política estadounidense sobre la isla comunista durante el gobierno de Obama, que ha buscado acercamientos con Cuba desde que asumió el cargo, y suavizado de forma progresiva las restricciones sobre el viaje y el envío de dinero a la isla.

Los esfuerzos de Obama tropezaron durante años por el encarcelamiento en Cuba de Alan Gross, contratista de la Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional. Gross, varios prisioneros políticos en Cuba y los miembros de una célula cubana de espionaje que seguían presos en Estados Unidos fueron liberados en diciembre.

Obama declaró que la antigua política hacia Cuba había sido un fracaso que no alcanzó los resultados pretendidos, y afirmó que EEUU no podía seguir haciendo lo mismo y esperar un cambio. Por tanto, dijo, comenzaría a trabajar en la normalización de relaciones.

El proceso avanzó despacio hasta que Estados Unidos retiró a Cuba de su lista de países que auspician el terrorismo a finales de mayo, y después se atascó en cuestiones sobre el acceso de los diplomáticos estadounidenses a los cubanos de a pie.

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