Agencias
MADRID, España.- Los encierros de San Fermín, que arrancaron hoy en Pamplona, estrenaron una normativa con sanciones de hasta tres mil euros para quienes cometan infracciones como tocar a los toros.

Durante el primer encierro, celebrado hoy, un ciudadano inglés fue el primer sancionado con la nueva ordenanza.

En concreto, la policía le impuso una multa de 200 euros por rebasar una señal que limita el paso de corredores en la cuesta de Santo Domingo y haber avanzado hacia los corrales cuando los toros ya habían iniciado la carrera, según publica el sitio web ansa.it.

Hasta ahora una barrera policial establecida en el arranque de la carrera en la cuesta de Santo Domingo garantizaba una distancia mínima entre corredores y toros.

Con la nueva normativa en lugar de la barrera policial se ha dibujado una señal en el suelo. La nueva normativa busca evitar las masificaciones en los encierros y que la gente que corra tenga unos mínimos conocimientos y esté preparada.

Entre dos mil y tres mil personas corren cada día el encierro, un recorrido de 850 metros delante de seis toros por el centro de Pamplona hasta llegar a la plaza de toros.

La primera jornada de los Sanfermines del 2014 se saldó con dos heridos graves: uno por asta de toro, mientras que otro fue ingresado en el hospital por una fuerte contusión torácica y varias fracturas costales.

Un joven estadounidense de 25 años también está hospitalizado con una fractura cervical, de carácter grave, producida a consecuencia de la caída sufrida ayer al saltar desde una fuente con una altura de unos cuatro metros, una tradición perpetuada por visitantes extranjeros.

Un total de 15 corredores han fallecido desde 1922.

La nueva normativa establece sanciones de hasta tres mil euros por tocar a las reses, citar a los toros (incitarlo para que embista) o llamar su atención por detrás.

Con la misma sanción se multará a los que corran "en estado de ebriedad, bajo la influencia de drogas o sin estar en plenas condiciones físicas o psíquicas".

También a los que corran descalzos, con calzado inadecuado, con bolsos y mochilas, o saquen fotografías o graben imágenes mientras corren el recorrido. Queda también prohibido "permanecer en el recorrido del encierro, sin intención de correr delante de los toros".

El ayuntamiento de Pamplona proyectará cada mañana en que se celebren los encierros un video con la nueva normativa en castellano, vasco, inglés y francés.

En relación a la nueva ordenanza, el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, declaró hoy que "mejorar el encierro es una cuestión de ir dando pasitos en la buena dirección".

También el "chupinazo"

En estas fiestas de San Fermín también se ha emprendido una campaña en contra de las agresiones sexistas, especialmente durante el "chupinazo" (inicio de la fiesta de Sanfermines), para evitar las imágenes que dan la vuelta al mundo en las que aparecen mujeres con los pechos descubiertos y hombres realizando tocamientos. 

La campaña "Por unos Sanfermines libres de agresiones sexistas" prevé patrullas policiales ubicadas en los balcones de la plaza del ayuntamiento durante el "chupinazo" con el objetivo de evitar agresiones sexuales.

Sin embargo, a pesar de la campaña han aparecido también este año imágenes de mujeres con el torso desnudo rodeadas por hombres que tocan su cuerpo durante el "chupinazo", celebrado ayer, acto que supone el punto de arranque de las fiestas de San Fermín. 

Otra de las tradiciones que el ayuntamiento no ha conseguido erradicar es la de lanzarse desde la fuente de Navarrería durante las fiestas de San Fermín, práctica a la que cada año se dedican decenas de extranjeros.

Consiste en lanzarse al vacío con la esperanza de que las personas situadas debajo detengan la caída.

Un joven estadounidense sufrió hoy un fuerte impacto en la cabeza y quedó inconsciente en el suelo.

Años atrás el ayuntamiento desmontó la fuente para intentar poner fin a esta práctica pero la gente buscaba lugares alternativos desde los que saltar y se subía a los balcones, lo que "resultaba todavía más peligroso", dijo hoy el concejal de seguridad ciudadana, Gabriel Viedma.

Viedma reconoció que no saben "cómo atajar" este tipo de actuaciones.