Agencias
CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco advirtió sobre la existencia de "grupitos" de lo que llamó "elites eclesiales" que buscan "privatizar" la salvación y desprecian a los "otros".

"No siguen el camino nuevo inaugurado por Jesús los que privatizan la fe cerrándose en elites que desprecian a los otros", sostuvo el pontífice, según informó Ansa Latina.

Jorge Mario Bergoglio, en la misa matutina en la Casa de Santa Marta, explicó que hay formas equivocadas de vida cristiana. Jesús "da los criterios para no seguir los modelos equivocados. Y uno de éstos modelos errados es privatizar la salvación".

"Es cierto, Jesús nos salvó a todos, pero no genéricamente. Todos, pero cada uno con nombre y apellido. Y ésta es la salvación personal", dijo el Pontífice citado por radio Vaticana.

Y añadió: "pero existe el peligro de olvidar que él nos salvó singularmente, pero en un pueblo". En otras palabras, "no hay una salvación sólo para mi. Si yo comprendo la salvación así, me equivoco, equivoco el camino. La privatización de la salvación es una camino equivocado".

Según dijo el Papa, tres son los criterios para no privatizar la salvación: "la fe en Jesús que nos purifica", la esperanza que "nos hace mirar las promesas y seguir adelante y la caridad: es decir prestemos atención los unos a los otros, para estimularnos recíprocamente en la caridad y en las óperas buenas", afirmó.

"Es cuando estoy en una parroquia, en una comunidad, cualquiera sea, estoy allí, puedo privatizar la salvación y estar allí un poco a nivel social, solamente. Pero para no privatizarla debo pedir a mí mismo si hablo, comunico la fe; hablo, comunico la esperanza; hablo, haga y comunico la caridad", dijo el Papa.

Una especie de desprecio

Y prosiguió: "si en una comunidad no se habla, no se da ánimo el uno al otro en estas tres virtudes, los componentes de la comunidad han privatizado la fe. Cada uno busca su propia salvación, no la salvación de todos, la salvación del pueblo. Y Jesús salvó a cada uno, pero en un pueblo, en una Iglesia".

La Carta a los Judíos, siguió Francisco, comentando esas páginas, da un consejo "práctico" muy importante: "no desertemos nuestras reuniones, como algunos tienen la costumbre de hacer". 

Dijo que esto ocurre cuando "estamos en una reunión, en la parroquia, en el grupo, y juzgamos a los otros, hay una especie de desprecio hacia los otros. Y ésta no es la puerta, el camino nuevo y viviente que el Señor abrió, inauguró": despreciamos a los otros, desertamos de la comunidad total, desertan del pueblo de Dios, privatizaron la salvación; la salvación es para mi y para mi grupito, pero no para todo el pueblo de Dios, remarcó Francisco.

Y ésto es un "error muy grande. Es lo que llamamos las elites eclesiales". Cuando en el pueblo "de Dios se crean estos grupitos, piensan ser buenos cristianos, también -quizás- tienen buena voluntad, pero son grupitos que privatizaron la salvación".

"Dios, subrayó Bergoglio, nos salva en un pueblo, no en las elites, que nosotros hicimos con nuestras filosofías o nuestro modo de entender. Estas no son las gracias de Dios".