París abrirá una piscina en el 'corazón de la ciudad'

Tendrá 100 metros de largo dentro del estanque de La Villette.

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A partir del 17 de julio y hasta mediados de septiembre niños y mayores, hasta un máximo de 300 personas. (Excelsior)
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Agencia
PARÍS.- Bañarse en el corazón de París será posible a partir de mediados de julio gracias una alberca con agua del río situada en un estanque, un paso más hacia el histórico sueño de muchos parisinos de poder darse al fin un chapuzón en el Sena.

En 1988, el expresidente francés Jacques Chirac, quien entonces era alcalde de París, prometió que los capitalinos podrían bañarse en el río que cruza la ciudad “dentro de cinco años”, y que haría todo lo posible para convertir el Sena en un “un río limpio”. Pero, nunca llegó a darse un chapuzón.

Ahora, muchos años después, París abrirá una piscina de 100 metros de largo dentro del estanque de La Villette, que cruza un concurrido parque del noreste de la capital.

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A partir del 17 de julio y hasta mediados de septiembre niños y mayores, hasta un máximo de 300 personas, podrán bañarse simultáneamente bajo la supervisión de un equipo de socorristas.

“Una experiencia de baño natural, sin tratamiento químico o biológico”, promete la alcaldía de París.

El agua del estanque proviene del canal del Ourcq, recuerda Jean-François Martins, responsable de deportes del ayuntamiento, y tiene filtros que evitan la llegada de hojas, deshechos sólidos y peces. También dispone de varios captores para controlar diariamente la calidad del agua.

“Desde hace más de dos años estamos por debajo de los límites que dicta la agencia regional de sanidad”, afirma, y se enorgulleció por el aumento del número de peces que han vuelto al río así como de la mejora de la biodiversidad en las aguas.

Martins promete incluso que se podrá beber el agua del río y que uno “no olerá mal cuando salga” después de bañarse.

Desde una ordenanza dictada en 1923, está prohibido bañarse en el Sena bajo amenaza de una multa de once euros. No obstante, los baños ilegales se han convertido en una tradición para algunos, como Alex Voyer. “Hace años, unas quince personas nos bañamos en el Sena y en todas las aguas de París”, explica.

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