Festival de los Patios de Córdoba, Patrimonio de la Humanidad

El evento de este año se prepara para vivir un fin de semana lleno de pasión con la llegada de miles de turistas.

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Vista de uno de los patios del barrio de San Basilio de la ciudad cordobesa, que se engalana de claveles y gitanillas para celebrar el tradicional Festival de los Patios de Córdoba. (EFE)
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EFE
CÓRDOBA, España.- Las calles de Córdoba huelen a azahar y las paredes de sus patios se llenan de luz y color con la variedad de claveles, geranios y gitanillas que engalanan las fachadas encaladas de sus casas.

El Festival de los Patios de Córdoba, declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, se prepara para vivir un fin de semana lleno de pasión con la llegada de miles de turistas dispuestos a vivir un momento único para sus sentidos.

Probablemente, la edición del Concurso de Patios de este año sea una de las más concurridas, y lo será por dos motivos: el primero, que el turismo ha empezado a salir poco a poco del letargo en el que se encontraba, y el segundo y principal, que el título de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la Unesco ya está totalmente asumido, tanto por visitantes como por propietarios.

También contribuirá el buen tiempo, quizá algo caluroso, pero precisamente, si algo tienen los patios de Córdoba, es un remedio único contra la calima, a la que fácilmente doblegan los geranios, las gitanillas, las buganvillas, y las macetas, frecuentemente pasadas por agua.

Un total de 55 patios optan a premio en el concurso establecido en tres modalidades diferentes

Este microclima cuenta con otro aliciente, el olor, una de las cosas que resultan más llamativas para los turistas, especialmente los de fuera de España, que no sólo se acercan impactados a los patios por la explosión de color que suponen, sino que suelen salir de ellos embriagados por el perfume.

Otros se muestran sorprendidos ante la titánica tarea que supone el cuidado del patio por parte de sus propietarios, que, no sólo abren las puertas de su casa a los visitantes, sino que muchas veces se convierten en improvisados guías botánicos.

Uno de los más visitados estos días es el de la Asociación Amigos de los Patios, en San Basilio, que compite por primera vez con el resto de concursantes en la modalidad de arquitectura antigua, lo que resulta muy llamativo, puesto que siempre ha sido uno de los más concurridos.

Marisa, la responsable de la tienda de este patio, explica que todo el mérito es del jardinero, que dedica no sólo su tiempo, sino también su cuidado y cariño al diseño de la amalgama de flores, y a que éstas luzcan en plenitud.

Los turistas españoles, que este año sí compiten en igualdad en número con los de otros países, llegan incluso con paquetes turísticos basados en los patios, aunque otros simplemente los descubren en su visita a Córdoba.

Salvo por las aglomeraciones, que a determinadas horas pueden resultar excesivas, las visitas transcurren con tranquilidad.

Tanta, que este año se ha instaurado la "siesta en los patios", lo que permite estampas tan pintorescas como la de un turista británico sentado en una mecedora y entendiéndose como puede con el dueño de un patio.

Un total de 55 patios optan a premio en el concurso establecido en tres modalidades diferentes, mientras que son hasta seis rutas las que los turistas y visitantes pueden hacer para contemplar los recintos únicos que suponen los patios de Córdoba. 

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