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ESTADOS UNIDOS.- Un pediatra de Pensilvania, Estados Unidos, llamado Johnnie Barto, quien había sido acusado de abusar sexualmente de 31 menores de edad, se ha declarado culpable de múltiples cargos, que incluyen violación y agresión indecente agravada, ha informado AP.

De acuerdo a RT, Barto, de 71 años, admitió haber agredido sexualmente a dos miembros de su familia, a una bebé de apenas dos semanas de edad y a otros menores de edad de entre 8 y 12 años, la mayoría de ellos pacientes suyos. El imputado habría abusado tanto de niños como de niñas entre la década de 1980 y enero de 2018, mayoritariamente en su consultorio en el condado de Cambria.

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El médico fue arrestado en enero luego de ser acusado de instigar a una pequeña de 12 años varios días antes. La fiscalía sospechaba que no se trataba de un caso aislado e hizo un llamado a otros a denunciar. Docenas de personas se presentaron a testificar con reclamos que se remontan a más de dos décadas.

De acuerdo a las acusaciones, Barto solía esperar a que los padres salieran de la sala para aprovecharse de sus víctimas, pero en ocasiones incluso abusaba de ellas simplemente interponiendo su cuerpo para evitar la mirada de los progenitores.

"Vinieron [los pacientes] con su pediatra en busca de atención. En su lugar, se convirtieron en víctimas de un abusador sexual en serie que se escondía tras la bata de un médico", aseveró el fiscal general Josh Shapiro, una vez conocida la declaración del pediatra.

A Barto se le suspendió la licencia para ejercer su profesión y actualmente permanece tras las rejas en espera de la sentencia.

La Junta de Medicina de Pensilvania tuvo la oportunidad de detener a Barto muchos años atrás, cuando enfrentó cargos por haber agredido sexualmente a Lee Ann Berkebile, una niña de 4 años, y a otro joven paciente. Sin embargo, los reguladores estatales desecharon el caso. Le permitieron seguir practicando la medicina y pudo abusar de más menores.

Berkebile, quien ahora tiene 29 años, afirmó en esta misma jornada que está satisfecha de que todo "finalmente haya terminado", y de que no pueda volver a cometer tales crímenes. "Es un verdadero enfermo", manifestó.