Agencias
BUDAPEST, Hungría.- Es hijo de una pareja profundamente religiosa que desafió la represión comunista para practicar su fe.

Y, si es elegido papa, el cardenal húngaro Peter Erdo sería el segundo pontífice proveniente de Europa oriental tras los pasos del polaco Juan Pablo II, que contribuyó al derrumbe del comunismo, según publica The Associated Press.

Cardenal desde 2003, Erdo es conocido como un académico erudito con don de gentes. Experto en derecho canónico y distinguido teólogo universitario, ha procurado forjar vínculos estrechos con los fieles en las parroquias.

Visita con regularidad todos los templos bajo su supervisión y estableció una misión urbana en Budapest para organizar debates, conciertos y actuaciones diseñados para atraer a la gente de vuelta a la Iglesia. Hungría es un país donde más de la mitad de los 10 millones de ciudadanos se dicen católicos pero sólo una fracción asiste a misa.

"Es el tipo de obispo que no se la pasa en su... palacio, sino que se toma muy en serio su papel de maestro", dijo Balazs Schanda, decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Católica Pazmany Pater de Budapest.

Erdo es el único húngaro que participará en el Cónclave para la elección del próximo pontífice

Las homilías de Erdo son difundidas en el ciberportal de la arquidiócesis, a menudo el mismo día que las pronuncia en misa. Y como presidente de la Conferencia del Consejo de Obispos Europeos, el cardenal de 60 años también ha prestado especial atención a las relaciones con la comunidad judía y los gitanos, estos últimos entre las personas más pobres y con menor nivel educativo en Hungría.

Erdo es el mayor de seis hermanos y uno de ellos, Pal, es su gemelo. Sus padres intentaron educarlos en la fe católica en una época en que las personas que practicaban algún culto enfrentaban persecución.

Muchos católicos sufrieron discriminación en sus lugares de trabajo. El padre de Erdo, abogado, incluso fue excluido de practicar su profesión.

El cardenal dijo que sus padres estuvieron dispuestos a pagar el precio por elegir mantenerse fieles a su fe.

"Habían tomado una decisión grave e importante: ¿qué es más importante, la religión o el avance personal en la sociedad?", narró Erdo en una extensa entrevista difundida en 2008. "Ambos optaron por su fe".

Erdo dijo que la vocación religiosa le llegó gradualmente.

Fue monaguillo a los seis años y le gustaban las actividades en su parroquia, pero no fue sino hasta que estuvo cerca de terminar la secundaria cuando consideró seriamente convertirse en sacerdote.

Antes de ingresar al seminario fue reclutado en el ejército, en el que estuvo varios meses en la ciudad sureña de Nagyatad.

Fue ordenado el 18 de junio de 1975 en Budapest, una semana antes de su 23er cumpleaños, que en aquel entonces era la edad mínima para convertirse en sacerdote.

En su primera misión fue capellán en el poblado norteño de Dorog, ubicado en una zona industrial conocida por sus minas de carbón, que desde entonces han estado cerradas.

Tras obtener su doctorado en teología en Hungría, Erdo estudió derecho canónico en la Pontificia Universidad Lateranense en Roma, donde obtuvo otro doctorado en 1980, el mismo año en que comenzó su carrera en la enseñanza en su país.

Erdo, el único húngaro que participará en el Cónclave para la elección del próximo pontífice, fue nombrado arzobispo de Esztergom-Budapest en 2002.

Ha enseñado y efectuado investigaciones en diversas universidades, como la Universidad Gregoriana en Roma, la Universidad de California, en Berkeley, y la Universidad Católica en Buenos Aires, entre otras. De 1998 a 2003 fue rector de la Universidad Católica Pazmany Peter.

Erdo habla varios idiomas, incluido latín, alemán, italiano, español y francés, y ha tomado lecciones para mejorar su inglés.

Poco antes de que viajara al cónclave en Roma, conversó sobre las tareas más importantes que enfrentará el próximo papa.

"La gente tiene que ser guiada hacia Jesucristo", expresó Erdo a la agencia noticiosa estatal húngara MTI. "Este es el gran problema, el gran desafío y la tarea central".