Presidente interino de Egipto disuelve Parlamento

La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos urgió a todas las partes a restaurar la calma y el imperio de la ley.

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Un oponente del derrocado presidente Mohammed Morsi ondea una bandera en la plaza Tahrir de El Cairo. (Agencias)
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Agencias
EL CAIRO, Egipto.- El presidente interino de Egipto respaldado por las fuerzas militares ha disuelto la Cámara Alta del Parlamento dominada por islamistas, reportó el viernes la televisión estatal.

El reporte señaló que Adly Mansour, quien fungiera como presidente del Tribunal Constitucional Supremo antes de jurar como jefe de Estado ayer, emitió la orden de disolver el Consejo de la Shura en una declaración constitucional.

El Consejo de la Shura es por lo general un órgano de poderes limitados que no suele legislar. Pero bajo la presidencia del ahora derrocado Mohamed Morsi, adquirió poderes legislativos porque la Cámara Baja había sido disuelta previamente por orden de la corte.

El Consejo era dominado abrumadoramente por aliados de Morsi.

Por su parte, decenas de miles de personas, en su mayor parte islamistas, lanzaron consignas contra las fuerzas militares en protestas realizadas el viernes en todo el país, exteriorizando su descontento por el derrocamiento de Morsi. El primer ataque importante contra los militares, en el Sinaí, causó temores de que los islamistas recurran a la violencia en sus relaciones con los golpistas.

Un grupo de partidarios de Morsi llenó gran parte de un bulevar frente a una mezquita de El Cairo, y prometió permanecer en el lugar hasta que el líder islamista, el primer presidente egipcio electo en elecciones democráticas, regrese al cargo.

Los manifestantes protestaron contra lo que consideran el regreso del régimen del autócrata Hosni Mubarak, depuesto a principios del 2011.

"Ha vuelto el antiguo régimen peor que antes", dijo Ismail Abdel-Mohsen, un estudiante de 18 años que formaba parte de la multitud congregada ante la mezquita de Rabia al-Adawiya. Restó importancia al presidente del nuevo gobierno interino que juró el cargo la víspera, el juez Adly Mansour, por ser "una marioneta de los militares".

La multitud comenzó a desfilar hacia el cuartel general de la Guardia Republicana, muchos al grito de "Tras el anochecer, el presidente Morsi volverá al palacio".

Los militares depusieron el miércoles a Morsi después de que millones de egipcios protestaron durante cuatro días exigiendo su cese y afirmando que malgastó su mandato electoral al dejar el poder en manos de su propia Hermandad Musulmana y otros islamistas.

Urge ONU a restaurar la ley

Por su parte la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Navi Pillay, urgió hoy a todas las partes a restaurar la calma y el imperio de la ley en Egipto, luego del derrocamiento del gobierno del presidente Mohamed Mursi.

Además los exhortó a garantizar los derechos de todos y manifestó su preocupación por la detención generalizada de líderes de la Hermandad Musulmana, luego que el miércoles los militares nombraron un presidente provisional.

Pillay instó a las autoridades provisionales y a todos los partidos políticos y grupos sociales "a responder a las expectativas del pueblo egipcio".

Ello "a través de la iniciación de un diálogo significativo y verdaderamente inclusivo, involucrando a todos los sectores de la sociedad, con el fin de lograr la reconciliación y fortalecer los principios de la democracia y el Estado de derecho", señaló.

En un comunicado, Pillay llamó a todos los involucrados a hacer un esfuerzo para restaurar la calma, "asegurando que los derechos humanos de todos los ciudadanos sean respetados y protegidos durante este delicado período" al que en ningún momento se refirió como golpe de Estado.

La titular del ACNUDH reiteró la disposición de su oficina para apoyar al proceso de transición en Egipto

"Las protestas masivas y manifestaciones en los últimos semanas (en Egipto) fueron una indicación muy clara de que los egipcios quieren que sus derechos fundamentales sean honrados", dijo la titular del ACNUDH.

Pillay confió en que en Egipto se pueda restablecer el Estado de derecho y un sistema de gobierno que respete los derechos humanos de todos los egipcios.

"El país no ha logrado hasta el momento aprovechar la oportunidad de responder a las aspiraciones de todos sus ciudadanos y avanzar hacia una verdadera sociedad tolerante e incluyente, basado en las normas de derechos humanos y el estado de derecho", dijo.

"Un esfuerzo concertado es necesario para todas las partes a establecer instituciones políticas y jurídicas", reiteró.

Subrayó que los derechos humanos reconocidos a nivel internacional y las libertades, incluida la libertad de expresión y de reunión, deben ser mantenidas durante este delicado proceso de transición.

Llamó a todas las partes de la sociedad egipcia a ejercer sus derechos de manera pacífica para evitar una mayor pérdida de vida. También instó a los partidos políticos y a las autoridades para disuadir y castigar cualquier acto de venganza.

"No debe haber más violencia, detención arbitraria ni actos ilegales de castigo. De igual forma, se deben tomar medidas para frenar e investigar, la espantosa -y a veces aparentemente organizada- violencia sexual dirigida a las mujeres manifestantes", enfatizó.

La juez sudafricana subrayó la importancia de "iniciar cuanto antes un diálogo significativo y verdaderamente inclusivo que involucre a todos los sectores de la sociedad, con el objetivo de lograr la reconciliación".

Pillay ofreció su asesoría al gobierno egipcio respecto a nuevas leyes aprobadas por el gobierno anterior, que hizo cambios radicales en las instituciones clave, como el poder judicial.

En ese sentido, expresó su preocupación sobre la Constitución revisada de Egipto, así como una serie de leyes y proyectos de ley elaborados desde la revolución de 2011, relacionados a la libertad de expresión, de reunión, de las organizaciones de la sociedad civil y los derechos de las mujeres y las minorías.

La titular del ACNUDH reiteró la disposición de su oficina para apoyar al proceso de transición en Egipto.

En especial en los esfuerzos de los gobiernos futuros para promover una sociedad basada en los principios de la democracia y la justicia social, guiada por los principios de derechos humanos y libertades reconocidos por tratados internacionales.

"Los egipcios merecen vivir en una sociedad dirigida por las instituciones que garantizan el respeto de sus derechos", afirmó.

"Insto a todos a que aprovechen esta nueva oportunidad para cumplir con el potencial de ese país de convertirse en una democracia próspera y plenamente funcional, sin más trastornos desestabilizadores", manifestó.

(Con información de The Associated Press y Notimex)

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