Este jueves, el presidente Vladímir Putin de Rusia expresó su respaldo inicial a una propuesta de alto al fuego de 30 días en Ucrania impulsada por Estados Unidos, aunque subrayó que los detalles deben ser negociados. 

Según el mandatario ruso, cualquier cese de hostilidades debería sentar las bases para una paz duradera. En una conferencia de prensa en Moscú declaró:

“La idea en sí es correcta, y ciertamente la apoyamos. Pero hay cuestiones que necesitamos discutir, y creo que debemos hablar de esto con nuestros colegas y socios estadounidenses y, quizás, tener una llamada con el presidente Trump y discutirlo con él”.

Durante un encuentro en la Casa Blanca con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, el mandatario estadounidense calificó las declaraciones de Putin como una ‘señal positiva’. 

“(Putin) emitió una declaración muy prometedora, pero no estaba completa. Ahora vamos a ver si Rusia está ahí. Y si no lo están, será un momento muy decepcionante para el mundo”.

Putin subrayó la importancia de establecer mecanismos de supervisión para evitar violaciones a la tregua. En particular, insistió en que Moscú buscará garantías de que Ucrania no aprovechará el cese al fuego para rearmarse y continuar su movilización militar.

Este impulso diplomático coincidió con el anuncio de Rusia de haber expulsado a las tropas ucranianas de una ciudad clave en la región fronteriza de Kursk, tras siete meses de intensos combates. Según Putin, la posición de Ucrania sobre el alto el fuego expone la presión que enfrenta en el campo de batalla, especialmente en esa zona.

Por último, Putin agradeció a Trump por su interés en la resolución del conflicto y reconoció los esfuerzos de China, India, Brasil y Sudáfrica en la búsqueda de una solución pacífica, una declaración que sugiere un posible papel de estos países en la supervisión de una eventual tregua.

Moscú dejó claro que no aceptará la participación de observadores de la OTAN en el proceso.

Con información de AP