Putin echa 'sal a la herida' de Ucrania

El presidente ruso hizo un alarde de poderío militar en Moscú y llegó a Sebastopol por primera vez después de la anexión de Crimea a Rusia.

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Presidente ruso Vladimir Putin habla durante el desfile del Día de la Victoria, que conmemora la derrota de la Alemania nazi en 1945. (Agencias)
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Agencias
SEBASTOPOL, Crimea.-  Ante un espectáculo triunfal de buques y aviones de guerra en desfile, el presidente Vladimir Putin proclamó el regreso de Crimea a la soberanía rusa como un acto de "justicia histórica" ante una multitud jubilosa que festejaba la fecha patria de más importancia para los corazones rusos, según informó Associated Press.

En cambio, tanto Ucrania como la OTAN criticaron duramente la primera visita de Putin a la península ucraniana sobre el Mar negro desde su anexión en marzo, que según ambos pisotea la soberanía ucraniana y el derecho internacional.

Hacia el este, al menos tres personas murieron y un cuartel policial quedó envuelto en llamas en un cruento enfrentamiento entre fuerzas del gobierno ucraniano y rebeldes prorrusos. El gobierno dijo que murió una veintena de personas, entre ellas un policía.

Ucrania se debate en su crisis más grave en décadas, cuando insurgentes prorrusos en el este combaten al gobierno de Kiev y se aprestan a realizar el domingo un referendo sobre la secesión.

La presencia de Putin en dos actos por el Día de la Victoria, con un alarde de poderío militar en el desfile anual en la Plaza Roja de Moscú y otro en el puerto de Sebastopol, fue sal en las heridas del gobierno interino en Kiev, al que jamás mencionó.

El Día de la Victoria es el festejo secular más importante de Rusia y un elemento crucial de su identidad nacional, al rendir homenaje a las fuerzas armadas y los millones de muertos de la Segunda Guerra Mundial. En esta ocasión, las relaciones entre Rusia y Occidente sufren la crisis más grave desde la Guerra Fría.

A bordo de un bote, Putin navegó frente a una hilera de naves rusas del Mar Negro ancladas en la bahía de Sebastopol y saludó a los tripulantes. Setenta aviones militares sobrevolaron el lugar y los vecinos de la ciudad salieron a las calles a ver el espectáculo.

Decenas de miles atestaron el puerto para contemplar el extravagante ingreso del mandatario ruso

En su discurso, Putin calificó la incorporación de los 2 millones de habitantes de Crimea de "regreso a la patria" y homenaje a la "justicia histórica y la memoria de nuestros antepasados".

La península había sido entregada a Ucrania en 1954, durante el período soviético y permaneció bajo la soberanía ucraniana hasta su anexión en marzo, que ni Kiev ni las potencias occidentales han reconocido.

Los combates se produjeron el viernes en Mariupol, una ciudad de 500,000 habitantes sobre el Mar de Azov en la ruta principal entre Crimea y Rusia propiamente dicha.

Un periodista de The Associated Press vio tres cadáveres cerca del cuartel policial, entre ellos el de un policía. La administración regional de Donetsk reportó en un comunicado tres muertos y 25 heridos.

Sin embargo, el ministro del Interior ucraniano Arsen Avakov dijo en un comunicado que 20 "terroristas" y un policía murieron cuando 60 hombres trataron de tomar el cuartel y fueron rechazados por efectivos militares y policiales.

Avakov dijo que el gobierno estaba dispuesto a negociar con los que estuvieran dispuestos a sentarse a la mesa, pero juró destruir a los que tomen las armas. Prometió no permitir que Ucrania "se convierta en una zona tapón en llamas donde la muerte sea la norma".

Por su parte, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, dijo que "consideramos la anexión rusa de Crimea ilegal, ilegítima y no la reconocemos. Seguimos considerando a Crimea territorio ucraniano y por lo que sé las autoridades ucranianas no han invitado a Putin a Crimea, de modo que desde ese punto de vista, su visita a Crimea es inapropiada".

Horas antes, en Moscú, Putin asistió al orgulloso desfile de 11.000 efectivos a través de la Plaza Roja al son de marchas y canciones patrióticas. Las acompañaron decenas de tanques, lanzacohetes, misiles balísticos intercontinentales Topol-M y el sobrevuelo de 70 aviones, entre ellos varios gigantescos bombarderos estratégicos con capacidad nuclear.

En otra señal de triunfo, una unidad de marinos de la flota del Mar Negro desfiló con la bandera de Crimea en sus vehículos blindados.

En la víspera, Putin asistió a un ejercicio militar que simuló un ataque nuclear en represalia a un ataque enemigo. Las declaraciones oficiales sobre las maniobras, sumamente francas, reflejaron las tensiones con Occidente.

Las potencias occidentales y Ucrania acusan a Rusia de fomentar el malestar y los disturbios en el oriente ucraniano, donde los insurgentes han tomado los edificios del gobierno en decenas de poblaciones. Los insurgentes han convocado a un referendo para el domingo, similar al plebiscito que allanó el camino para la anexión de Crimea en marzo.

Putin pidió sorpresivamente el miércoles que se postergue el referendo, aparentemente en un intento de tomar distancia de los separatistas mientras negocia con Occidente.

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