Agencias
ROMA, Italia.- El Senado italiano otorgó este miércoles su voto de confianza a la reforma laboral del gobierno de Matteo Renzi, luego de un largo y tortuoso recorrido parlamentario y la oposición de los sindicatos.

Con 166 votos a favor, 112 en contra y una abstención, la Cámara Alta dio su autorización para que el Ejecutivo complete la reforma laboral, ya aprobada por la Cámara de diputados, y que de esa manera se convirtió en ley, según informa Notimex.

“Italia cambia verdaderamente; ésta es la buena”, dijo Renzi a través de Twitter tras el voto, mientras en las calles de Roma las fuerzas del orden repelieron a cientos de manifestantes que protestaban contra la iniciativa.

La reforma causó divisiones incluso dentro del centroizquierdista Partido Democrático de Renzi, aunque al final los contrarios anunciaron que votarían a favor de ella “por sentido de responsabilidad”.

Hasta dos años

La iniciativa, que se pondrá en práctica una vez aprobados los decretos parlamentarios respectivos, prevé principalmente cambios en el artículo 18 del Estatuto Laboral, que contemplaba la reintegración inmediata de los trabajadores injustamente despedidos.

Ahora, en cambio, queda excluida la reintegración por motivos económicos, mientras es prevista solamente en casos de discriminación.

También prevé reducir los innumerables contratos laborales por un único contrato colectivo de trabajo, además de que contempla un subsidio por desempleo para quienes pierdan su puesto después de haberlo ocupado por al menos tres meses.

El monto de tal subsidio arribará hasta mil 100 euros mensuales durante los primeros meses, para bajar a 700 poco antes de que expire, a los dos años de que el beneficiario haya quedado sin empleo.

Enfrentamientos

Poco antes de que comenzara la votación en el Senado, cientos de trabajadores y estudiantes protestaron en las calles del centro de Roma.

Los manifestantes lanzaron objetos contra los agentes que les impidieron el paso a la sede del Senado, con un saldo de tres heridos.

La reforma laboral ha sacado a las calles a cientos de miles de trabajadores contrarios a cambiar el artículo 18, mientras la Confederación General Italiana de Trabajadores (Cgil) convocó para el próximo 12 de diciembre a una huelga general contra la iniciativa.