Con el Brexit, comienza 'la destrucción de Occidente'

Expertos consideran que el voto para abandonar la UE pone en marcha el divorcio más complejo del mundo.

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A la Unión Europea le preocupa que tras la decisión del Reino Unido, otros países quieran seguir su ejemplo y salir del bloque económico. (AP)
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Agencias
LONDRES, Inglatera.- La Unión Europea debe reinventarse para sobrevivir luego de que Gran Bretaña votó para abandonar el bloque. Pero podría ser demasiado tarde.

El veredicto condenador de los votantes británicos fue el peor golpe a la Unión Europea desde que nació la idea de una Europa más integrada entre las ruinas de la Segunda Guerra Mundial. Un golpe que lleva la amenaza de ser contagioso: Incluso antes de que se contabilizaran todos los votos, líderes populistas en algunas de las naciones fundadoras de la Unión Europea hacían un llamado a votar para decidir si sus países deberían permanecer como miembros del bloque.

Desde París hasta Berlín y Bruselas, los líderes de la Unión Europea están de acuerdo en que necesitan cambiar en respuesta al referendo británico. Sin embargo, no están de acuerdo en el cómo: si deben tener una relación más estrecha o repensar la manera de atender a aquellos que desconfían cada vez más de todo lo que tenga que ver con la Unión Europea.

Y antes de tomar acciones definitivas, quienes están al frente del bloque están a merced del Partido Conservador de Gran Bretaña y la manera en que maneja este divorcio.

"¡Hurra por los británicos! Ahora es nuestro turno. ¡Es momento de un referendo holandés!", dijo Geert Wilders, presidente del partido PVV que encabeza las encuestas de opinión en Holanda. 

El júbilo fue similar en el Frente Nacional de Francia que encabeza Marine Le Pen.

Destrucción de Europa

En la sede de la Unión Europea en Bruselas, los líderes se movilizaron rápidamente para intentar minimizar las posibilidades de que otros países miembros se enfilen a la salida.

Tras la partida británica, los otros 27 miembros de la Unión Europea tendrán que ingeniárselas sin la quinta mayor economía del mundo, la mayor potencia militar de Europa Occidental, el gigante diplomático y un puente confiable con Estados Unidos y el resto del mundo de habla inglesa.

El presidente del Concejo de la UE, Donald Tusk, advirtió que el retiro británico "podría marcar el inicio del proceso de destrucción, no solo de la UE, sino también de la civilización política de Occidente".

En retrospectiva, los líderes europeos se tardaron mucho en reconocer el descontento británico, y nunca lo tomaron suficientemente en serio, equiparándolo con la a veces absurda oratoria del líder del Partido de la Independencia del Reino Unido, Nigel Farage.

Pero la predicción del viernes de Farage, de que la Unión Europea agoniza, ya no suena tan descabellada. Así que antes de empezar a buscar nuevas misiones, la Unión Europea primero debe detener la hemorragia y proteger lo que tiene.

Berlín fuerte

Ahora todas las miradas están sobre Francia y Alemania, los ejes confiables de la Unión Europea desde su concepción como el Mercado Común en 1958. Pero incluso ahí, el balance cambiará. Con la salida de Gran Bretaña, Alemania perderá a un aliado pro empresarial, y la partida de la isla del libre comercio podría inclinar aún más a la Unión Europea hacia la izquierda.

Alemania también está ahora muy por encima de la categoría de Francia, económicamente y al interior de las instituciones de la UE, y un bloque sin Gran Bretaña estará aún más sujeto a la influencia de Berlín.

En el lado positivo para el bloque, está acostumbrado a manejar numerosas crisis a la vez, y tiene antecedentes comprobables de lograr acuerdos en las situaciones más complicadas. Durante gran parte de la última década, ha tenido que combatir la crisis económica global que ya debilitó su respaldo en gran parte de su región sur.

Luego, Grecia amenazó con salir a tumbos del grupo de naciones que comparten una sola moneda, Rusia se anexó Crimea, y también se tuvo que lidiar con el millón de refugiados en las fronteras de la Unión Europea.

Después de todo eso, la Unión Europea sigue de pie. Pero Jean-Claude Juncker, jefe del ejecutivo de la UE, etiquetó negativamente al organismo que ha encabezado desde noviembre de 2014 como "la Comisión de la última oportunidad".

Algunos gobiernos de la UE podrían exhortar a una mayor integración europea ahora que se deshicieron de Gran Bretaña, que desde hace tiempo ha sido una espina en el costado de aquellos que buscan un continente más unificado.

Pero por otro lado, los miembros más recientes como Hungría y Polonia, desconfían cada vez más de todo lo relacionado con la Unión Europea.

Cuestiones fundamentales

El objetivo del proceso del 'Brexit' es excluir al Reino Unido de la Unión Europea, bloque en el que lleva 43 años, romper el legado de soberanía compartida y reorganizar el mayor mercado único del mundo, apunta Alex Barker en 'The Financial Times'.

Según él esto da lugar a tres cuestiones fundamentales: en cuanto al fondo, ¿qué acuerdos políticos y comerciales requerirá el Reino Unido y estará de acuerdo con ellos la UE?; en cuanto a la ejecución, ¿será el acuerdo de salida -la ruptura con las antiguas obligaciones- logrado al mismo tiempo que un acuerdo que abarque el comercio post-Brexit? y, en caso negativo, ¿será posible un período de transición para mitigar los efectos?

"A lo largo del continente, mercados, funcionarios, presidentes y primeros ministros saben que el Reino Unido y sus antiguos socios de la UE se están embarcando en un viaje político potencialmente peligroso, navegando en gran medida en la oscuridad", alerta el columnista.

Complejo proceso de 'divorcio'

"El voto del Reino Unido para abandonar la UE pone en marcha el divorcio más complejo del mundo", opina Barker, quien apunta que, a pesar de que existan "pautas generales sobre cómo proceder", las negociaciones "se improvisarán en gran medida". 

"Las estimaciones de cuánto tiempo tardará se sitúan en el intervalo de dos años a una década o más. Para los funcionarios que intervienen, es tierra de nadie en el plano jurídico y político", destaca.

El columnista sostiene que, para calmar los nervios en este período inmediatamente posterior, los líderes de la UE se están esforzando en mostrar que hay "una forma ordenada de que a su debido tiempo los caminos se separen". Hablando en nombre de los líderes de la UE, Donald Tusk, el presidente del Consejo Europeo, dijo que "no habrá ningún vacío legal".

Con opciones pero sin rumbo

Según el autor del artículo, los abogados europeos tienen dos caminos: en primer lugar, pueden actuar conforme con el artículo 50 del Tratado de la Comisión Europea (la llamada 'cláusula de salida'), que da dos años a un país para salir del bloque. Un segundo camino hace referencia a acuerdos sobre las futuras relaciones, desde el comercio a la cooperación en materia de seguridad. Se trata de una negociación más compleja y, una vez conseguida, difícil de ratificar (requiere la unanimidad de más de 30 parlamentos europeos y nacionales).

Existen variantes alternativas, por ejemplo, el 'divorcio' bajo las condiciones del Reino Unido. Los partidarios del 'Brexit' han dicho que la Cámara de los Comunes puede cancelar de inmediato algunos compromisos con la UE. Sin embargo, "cualquier medida unilateral exacerbará gravemente las tensiones con la UE. Bruselas está estudiando opciones para tomar represalias, las cuales incluyen la suspensión de privilegios de las empresas británicas en el mercado único", alerta Barker.

El columnista concluye que la ruptura oficial del Reino Unido con la Unión Europea no se producirá pronto y que el país británico se verá envuelto en una gran agitación política debido a la renuncia del primer ministro David Cameron.

(Con información de The Associated Press y Actualidad RT)

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