Renuncia papal 'enfría' elecciones en Italia

Italianos irán a las urnas en medio de una campaña política desangelada.

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Muñecos que representan a los candidatos italianos. (EFE)
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Philippe Ridet/Milenio
ROMA, Italia.- Con una ocupación masiva de las pantallas de televisión, el exjefe de gobierno y multimillonario Silvio Berlusconi sigue escalando posiciones en la carrera electoral para los comicios de este fin de semana.

Después de anunciar, en diciembre, su “regreso al campo”, pasó de 15 a cinco puntos de distancia de la coalición de izquierda que encabeza el favorito Pier Luigi Bersani, en gran parte gracias a su control de los medios audiovisuales.

Dos razones explican el rol siempre preponderante de la televisión en este escrutinio. La primera es meteorológica. Por primera vez desde el nacimiento de la República italiana, las elecciones generales (legislativas y para el Senado) se desarrollan en pleno invierno, una estación poco propicia para las
reuniones en las plazas públicas.

La segunda es sociológica. Según un sondeo de la firma Demos publicado el 11 de febrero por el periódico La Repubblica, la pantalla chica sigue siendo la fuente de información principal para el 72 por ciento de los italianos, seguida de la prensa escrita y de internet.

Pero la renuncia de Benedicto XVI a su papado, el pasado 11 de febrero, hizo que todo cambiara. “Es un acontecimiento de tanta importancia histórica —admite un consejero de Berlusconi, Il Cavaliere— que ha puesto la campaña entre paréntesis.

"Esto se acabó el 11 de febrero a las 11 horas con 46 minutos”, explica el experto de Demos, Luigi Crespi. Es decir, la hora exacta en que un despacho de la agencia italiana Ansa difundió la noticia al mundo entero.

Ya de por sí limitado por la regla de la igualdad de tiempos en el uso de la palabra, las intervenciones de los candidatos en los debates son incapaces de competir con la menor noticia proveniente del Vaticano.

La recuperación espectacular del ex presidente del Consejo de Ministros, Silvio Berlusconi (1936) [magnate de los medios y en el poder en tres ocasiones 1994-95, 2001-06 y 2008-11. N. de la T.] se basa en el eco dado por los medios a sus propuestas, aun cuando estas sean demagógicas, como la supresión de una amnistía fiscal para los defraudadores.

Il Cavaliere [el Caballero, condenado a prisión por fraude fiscal y juzgado actualmente por mantener relaciones sexuales con una prostituta menor de edad tiene todavía, según su entorno, otras proposiciones de impacto para dar a conocer. Sus declaraciones sobre las cosas buenas” realizadas por Benito Mussolini, si bien fueron
ampliamente condenadas, contribuyeron igualmente a garantizarle preciosas horas mediáticas.

Y, día con día, ha ido reconquistado una parte del terreno perdido.

Competencia desleal

 

Para Berlusconi, que debe convencer a 50 por ciento de los indecisos de votar por él, los hechos que provienen de la santa sede son una mala noticia. Una suerte de competencia desleal inesperada.

“El debe recuperar tantos votos de aquí a las elecciones como los que tiene hasta ahora”, analiza el experto Roberto D’Alimonte. ¿Pero cómo hacer si la tv relega sus intervenciones al final de los noticieros, o en las páginas interiores de los periódicos?

De su parte, Pier Luigi Bersani y el primer ministro saliente Mario Monti, además de líder de una coalición centrista, esperan que la situación se pueda cristalizar, lo que permitiría al primero lograr el triunfo y al segundo obtener el tercer lugar frente a Grillo.

Para el politólogo Ilvo Diamanti, el anuncio papal “no congela la campaña porque estorbe la comunicación
de los candidatos, sino simplemente porque es aburrida. No ha desarrollado ningún tema, ninguna visión de Italia. Solo va y viene, amarrada a la menor polémica o escándalo. La dimisión del Papa ofrece otro producto bienvenido para los italianos extenuados.”

En tanto, el presidente alemán del Parlamento Europeo, quien una vez fue descrito por el ex primer ministro
Berlusconi como un guardia de un campo de concentración, advirtió a los italianos que no den su apoyo en las urnas al polémico magnate de los medios, principalmente por las preocupaciones en Europa de que frenaría las reformas que han ayudado a reforzar la confianza inversora en la zona euro. 

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