Los retos de la primera presidenta de Taiwán

Así habló Tsai Ing-wen, la primera presidenta del país, quien enfrenará retos como el equilibrio con China y la economía.

|
Tsai Ing-wen, la primera presidenta de Taiwán, al dar su discuros durante la ceremonia de su toma de posesión en Taipei. (Agencias)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Agencias
BEIJING, China.-  La nueva presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, amante de la fauna y la naturaleza, es también una política experta con un doctorado en derecho por la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres, que enfrenta el reto de mantener el equilibrio en la relación con China y mejorar una alicaída economía.

De acuerdo a los datos más recientes del Instituto de Investigación Económica de Taiwán, de abril pasado, la isla tendrá un crecimiento económico de 1.27 por ciento este año, desde el 1.30 que se estimaba en enero pasado, que se explica - según sus expertos - porque las expectativas mundiales de crecimiento "no son las esperadas".

En 2015, el dato económico tampoco fue el esperado, puesto que en noviembre se hizo una revisión a la baja que redujo a 1.57 por ciento las expectativas que en enero eran de 1.84 por ciento, según publica Notimex.

El Instituto de Investigación Económica apuntó que las exportaciones e importaciones de productos taiwaneses en el primer trimestre del año cayeron en forma respectiva en 12.1 y 14.0 por ciento interanual .

No obstante, el análisis estima que para la segunda mitad de 2016 los precios del petróleo se estabilizarán y la innovación electrónica rendirá frutos económicos, lo que podría ayudar a mejorar las perspectivas actuales.

Este es el panorama económico que debe enfrentar la mandataria, quien este viernes tomó posesión del cargo en el Palacio de Gobierno en Taipei, ante decenas de delegaciones oficiales y miles de sus conciudadanos que acudieron a los festejos por la décimo cuarta asunción al poder, en este caso de la primera mujer en la Presidencia.

Para enfrentar la situación, Tsai reveló en su discurso de toma de posesión que emprenderá reformas en distintos ámbitos de la vida política y económica de la isla que depende en gran medida de la China continental, a donde dirige 40 por ciento del total de sus exportaciones, según datos oficiales.

Los valores en los que Tsai Ing-wen se centrará serán la innovación, el empleo y la distribución equitativa

"Que Taiwán se abra al mundo y que el mundo se abra a Taiwán", es la respuesta de la mandataria, quien parafraseó al desaparecido Papa Juan Pablo II, cuya frase original fue utilizada para dirigirse a la élite política de otro isla, la de Cuba, a la que pidió apertura política y económica en un lejano 1998.

Pero tal vez el reto más importante de Tsai, nacida en Taipei el 31 de agosto de 1956, es el de mantener el frágil equilibrio en la relación con China, la mayor potencia asiática emergente que considera a la pequeña isla como parte de su territorio y convierte a este lugar en una "zona caliente" del mundo ante los intereses en juego.

La postura de Tsai fue celosamente guardada durante las semanas previas a su toma de posesión, lo que incluso motivó que el miércoles anterior el Departamento de Estado de Estados Unidos dirigiera un inusual mensaje a las dos partes separadas tan sólo por las aguas del Estrecho de Taiwán.

El subsecretario de Estado para Asuntos del Asia Oriental, Daniel Kritenbrink, dijo que su país espera que ambos lados del estrecho sigan mostrando flexibilidad en su trato mutuo para mantener la paz y la estabilidad en la zona.

Puntualizó que Estados Unidos continuará con la política de "una sola China" en la que basa sus relaciones con ambas partes. De hecho, Washington envió una delegación no oficial a los actos de toma de posesión de Tsai para felicitar al pueblo y gobierno de la isla.

La nueva presidenta de Taiwán mostró sus cartas este viernes cuando se pronunció a favor de mantener el estado actual de las relaciones con China y aseguró que su gobierno es proclive a la paz, la estabilidad y el desarrollo, "así como a la correcta gestión de las relaciones a través del estrecho".

En relación con el denominado "Consenso de 1992" que delegaciones de ambos gobiernos alcanzaron - sin que exista un documento oficial - sobre la existencia de "una sola China, en la que cada parte tiene su propia interpretación de lo que ello significa", la mandataria fue contundente: "Yo respeto este hecho histórico".

Tsai enfatizó que Taiwán está dispuesto a "participar en intercambios francos y buscar posibilidades de cooperación con el otro lado del Estrecho en nuestra participación común en el desarrollo regional".

Por eso, la presidenta aseguró que su gobierno buscará reforzar sus relaciones globales y regionales con una "participación activa" en proyectos bilaterales y multilaterales como el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) y la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN).

El anterior presidente de Taiwán, Ma Ying-jeou, del conservador partido Koumintang, ejecutó un política de distensión y acercamiento económico a Moscú durante sus ocho años de gobierno, pero terminó con una popularidad de apenas 14 por ciento, según cifras ofrecidas por la prensa local.

Los valores en los que Tsai Ing-wen centrará este "Nuevo Modelo para el Desarrollo Económico de Taiwán" serán, en sus propias palabras, la innovación, el empleo y la distribución equitativa. Por el momento, parece suficiente.

Lo más leído

skeleton





skeleton