Roma celebra bimilenario fallecimiento de Augusto

Una gran exposición con esculturas en honor al fundador del Imperio y sobrino-nieto de Julio César son parte de estos festejos.

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El fundador del Imperio romano cumple 2000 años de su muerte. (ANSA Latina)
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EFE
ROMA, Italia.-  Roma celebra el año próximo el bimilenario de la muerte de Augusto, fundador del Imperio, con una gran exposición que acaba de inaugurarse en las Escuderías del Quirinal y permanecerá abierta hasta el 9 de febrero del 2014.

Doscientas obras, entre esculturas, retratos, utensilios domésticos de plata, bronce y cristal, joyas de oro y piedras preciosas, componen esta exposición que se presenta a la vanguardia de los eventos por el año del bimileriano en el resto de Italia y Europa.

Centro de la exposición son las tres más grandes y famosas estatuas del emperador: la de Augusto Pontifice Máximo encontrada en la Via Labicana y hoy en el museo de Palacio Máximo de las Termas; el Augusto desenterrado en Prima Porta y hoy en el Museo Vaticano; y el espléndido retrato de bronce del Museo Británico, a los que se agregan copias y retratos juveniles de Octaviano, nombre que tenía antes de subir al poder.

Cuarenta años de reinado de Augusto no sólo trajeron paz y prosperidad tras casi un siglo de guerras, sino además una nueva cultura y lenguaje artístico 

Se puede admirar también el Doríforo de Policleto del Museo Arqueológico de Nápoles, modelo de toda la estatuaria clásica por la perfección de su anatomía, y por primera vez en Italia los fragmentos de la estatua ecuestre en bronce del emperador, recuperada de un barco naufragado en el Mar Egeo y hoy restaurada y conservada en el Museo Arqueológico de Atenas.

El reinado de cuarenta años de Augusto, sin igual en toda la plurisecular historia romana, no sólo trajo paz y prosperidad tras casi un siglo de guerras intestinas que pusieron fin a la República, sino que impuso una nueva cultura y un nuevo lenguaje artístico que proseguirían sus continuadores (de Tiberio, su hijastro, hasta Marco Aurelio).

Admirable el bajorrelieve Grimani con sus animales salvajes amamantando a su prole en medio de un paisaje bucólico, que viaja desde el Kunsthistorisches Museum de Viena, o el frontón de los hijos de Niobe, robado de Grecia y colocado en época augustea en los Huertos de Salustio en Roma.

La influencia de la estética del primer Imperio se extiende hasta más allá del Siglo I de la era cristiana, como lo prueban las decoraciones de las villas vesuvianas (Pompeya y Herculano, llegadas intactas a nuestros días gracias a las lavas y cenizas de la erupción del Vesuvio en el año 79) provenientes de Nápoles o las joyas de plata llegadas del Louvre.

Aros, collares, camafeos, monedas se unen a once relieves de un edificio público que hoy comparten museos de España y Hungría y que cuentan la célebre batalla naval de Actium, en la que se enfrentaron las naves de Marco Aurelio y Octaviano en el 31 antes de Cristo, y cuyo triunfo de parte de este último permitió su acceso al poder con el nombre de Augusto.

Tras el cierre el 9 de febrero la exposición se mudará al Grand Palais de París del 19 de marzo al 13 de julio del 2014, muy cerca de la fecha del aniversario del bimilenario de la muerte del emperador, el 19 de agosto.

Curiosamente y en forma contemporánea con la inauguración de la exposición romana se abrió en la capital italiana una exposición dedicada a Cleopatra, su gran rival, no sólo porque la reina egipcia fue amante de su tío abuelo Julio César.

Si hubiera tenido hijos con él le habría obstaculizado su ascenso al poder, pero también fue la amante de Marco Antonio, ahijado de Julio César y principal candidato a suceder a su padrino en la república romana. 

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